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El Dilema
“En lo pasado está la historia del futuro”. Juan Donoso Cortés, Ensayista Español.
El momento que nos toca vivir es, sin lugar a dudas, una crisis sin precedente en la historia moderna. Es la peor emergencia sanitaria que enfrenta la humanidad, cuyos efectos devastadores apenas visualizamos.
En tan solo 100 días, la emergencia sanitaria por el Covid-19 ha dejado miles de muertos en más de 180 países, así como infinidad de empresas devastadas en todos los sectores productivos, especialmente en el de viajes y turismo, que representó en 2019 el 10.3 por ciento del PIB mundial.
Estimaciones del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés), revelan un escenario poco alentador: debido a la pandemia, a nivel global se perderán más de 75 millones de empleos tan solo en esta industria, un millón de ellos en España.
No sabemos el alcance que podrá tener el daño de la contingencia en la economía de las naciones; lo que sí está claro, es que no todos los países se recuperarán al mismo tiempo y ello dependerá de las medidas que se tomen ahora.
Algunos destinos y países estarán listos para una recuperación más rápida, pero aquellos donde el sector haya quedado deteriorado por falta de apoyos y acciones concretas, les costará mucho más trabajo, les llevará mucho tiempo y más recursos para poner en marcha nuevamente la maquinaria del turismo.
Con preocupación, desde el WTTC vemos la falta de urgencia en algunos gobiernos, lo cual tendrá un impacto devastador, tanto en las grandes como en las pequeñas y medias empresas, así como entre los trabajadores del sector.
Es indispensable tomar medidas que protejan al consumidor y al sector en su conjunto de lo contrario, el sistema colapsará y más de 6 millones de personas en Europa serán afectadas.
Más de 100 países ya han implementado medidas para proteger a este sector con créditos sin intereses, eliminación de impuestos y protección para los trabajadores.
El turismo contribuye con uno de cada diez empleos en el mundo, por lo que es fundamental tomar decisiones adecuadas para sobrevivir.
Los trabajadores del sector de viajes y turismo diariamente están siendo afectados por el cierre de hoteles, restaurantes, cancelaciones de vuelos, cruceros detenidos o simplemente porque nadie viaja debido a las restricciones. Se debe actuar con urgencia.
En este momento no hay ingresos, no hay efectivo, no hay dinero para pagar sueldos y mucho menos para pagar impuestos. Los empresarios, pequeños y grandes, no pueden afrontar solos esta crisis, ni tampoco los trabajadores independientes como guías de turistas, choferes y otros prestadores de servicios.
Los países que están protegiendo a su sector turístico y a sus trabajadores, serán los que saldrán adelante, y en el momento adecuado podrán regresar a reactivar esta importante maquinaria.
Aunque aún estamos inmersos en esta crisis sin precedentes, tenemos que empezar a planificar la recuperación de una manera organizada involucrado a los sectores públicos y privado. Esta crisis nos tiene que hacer reflexionar sobre el pasado, aprender de las mejores prácticas, lecciones aprendidas y a cuidar este valioso sector si no cuando llegue el momento, no habrá nada que reactivar y el impacto social y económico tardará años en reponerse.
Hay que aprender de las experiencias pasadas, escuchar y, sobre todo, ejecutar para evitar el colapso. En este momento, el dilema es claro: actuar o morir.