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Argentina inicia una revolución logística en la industria agroexportadora: Servicios Marítimos inauguró la barcaza Grisel N en el Puerto de Buenos Aires
Con la presencia del jefe de Gabinete Guillermo Francos y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich —quien fue nombrada madrina de la embarcación—, se llevó a cabo la ceremonia de bautismo e inauguración oficial de la barcaza Grisel N en la dársena E del Puerto de Buenos Aires. El evento marca un antes y un después para la logística agroexportadora argentina, al presentar una solución inédita e innovadora para el transporte de granos en aguas abiertas.
La protagonista del evento fue la embarcación compuesta por la barcaza Grisel N y el remolcador Pablo C, una unidad que, gracias a la tecnología Combiflexiport CF1000, representa una revolución en la industria: la posibilidad de completar la carga de grandes buques graneleros en alta mar, transfiriendo hasta 1000 metros cúbicos por hora, en condiciones de navegación segura y eficiente.
Una inversión estratégica
El proyecto, impulsado por el Grupo Servicios Marítimos —firma insignia en la navegación de la hidrovía—, demandó dos años de trabajo y una inversión de 36 millones de dólares. Se trata de un desarrollo 100% argentino, salvo por la tecnología neumática alemana integrada para realizar la transferencia de granos sin contacto y con la mayor eficiencia posible.
“Argentina está viviendo un cambio de paradigma en su industria agroexportadora”, expresó Mónica Navarro, CEO del Grupo Servicios Marítimos, en diálogo con este medio. “Hicimos una apuesta fuerte por la industria nacional, por la mano de obra local, y por una solución concreta a un problema histórico: el subaprovechamiento de los buques que exportan nuestros granos”.
El problema del "falso flete" y la solución en marcha
Navarro explicó que actualmente los grandes buques graneleros no pueden salir completamente cargados debido a las restricciones de calado en los puertos del interior del país. “Estamos desperdiciando capacidad y haciendo pagar un falso flete a nuestros productores nacionales. Grisel N viene a resolver ese vacío: completará esas bodegas en aguas profundas, frente a Montevideo, con producto nacional”, detalló.
La operación funcionará así: Grisel N cargará en el complejo agroexportador de Timbúes, en San Lorenzo, y luego navegará hasta la Zona Alfa del Río de la Plata, donde transferirá su carga a los buques oceánicos mediante una maniobra de "shift". De este modo, barcos tipo Panamax —que actualmente cargan hasta 17.500 toneladas menos por restricciones de calado— podrán salir al 100% de su capacidad.
La voz de la industria
Durante la ceremonia, la ministra Patricia Bullrich elogió el proyecto y su impacto estratégico. “Nuestro presidente siempre dijo que la competitividad no se logra con un dólar fuerte, sino bajando costos con ideas, inversión y trabajo argentino. Esto es bajar el famoso ‘costo argentino’. Esta barcaza es innovación pura puesta al servicio del país”, afirmó Bullrich.
También destacó el simbolismo del nombramiento como madrina de la embarcación: “Para mí no es solo un honor, sino un reconocimiento a un desarrollo nacional que impactará globalmente. Felicito a todos por este aporte imprescindible en un momento en que invertir en Argentina no era fácil”.
Tecnología de punta y capacidad de un Handymax
La embarcación tiene 9 metros de calado, 177 metros de eslora —que llegan a 190 con el remolcador— y 32 metros de manga, equiparando la capacidad de un Handymax. Está diseñada para realizar dos viajes redondos mensuales y completar hasta tres buques por escala.
Una de las claves del proyecto es la incorporación del sistema neumático Combiflexiport, desarrollado por la alemana Neüero, que permite una transferencia eficiente y limpia, reemplazando los antiguos métodos de grampas o cucharas, hoy obsoletos para el ritmo y escala de la logística moderna.
“Se trata del flexiport más grande del mundo en cuanto a capacidad de carga, y además es el primer descargador neumático a bordo de una embarcación usado como sistema de transferencia”, destacó Navarro.
Apuesta por el futuro
Casi el 80% de la inversión estuvo destinada a trabajo argentino: desde la repotenciación de la barcaza adquirida a UABL, la incorporación de 1200 toneladas de chapa naval, hasta el montaje y ensamblaje del sistema en Campana, en los astilleros del Grupo Euroamérica.
“Somos unos convencidos de que la única manera de que Argentina salga adelante es creyendo en lo que podemos hacer nosotros mismos. Hemos vivido años de políticas cerradas que no ayudaron a la producción nacional, pero este es el momento de cambiar”, cerró Navarro.
Impacto estratégico
El sistema integrado Grisel N – Pablo C comenzará a operar en mayo con un cliente aún no revelado por acuerdo de confidencialidad. No obstante, sus potenciales aplicaciones cubren toda la hidrovía y su puesta en marcha podría reducir significativamente el costo logístico, aumentar la eficiencia exportadora y generar un efecto derrame en toda la cadena agroindustrial.