WASHINGTON D.C. — En una maniobra inesperada que sacudió los mercados financieros globales, el presidente Donald Trump anunció una pausa de 90 días en la aplicación de aranceles a la mayoría de los países, mientras que incrementó drásticamente el impuesto a las importaciones provenientes de China al 125%.

La reacción de los mercados fue inmediata: el índice S&P 500 se disparó un 9.5%, marcando una de sus mayores ganancias desde la Segunda Guerra Mundial. A la 1:35 p.m. hora del Este, el Dow Jones subía más de 2,470 puntos (6.6%), y el Nasdaq trepaba un 9%, reflejando un renovado optimismo en Wall Street.

Trump comunicó la decisión a través de su red Truth Social, donde explicó que debido a la falta de represalias por parte de varios países frente a sus recientes aumentos de aranceles, había decidido establecer una pausa temporal y reducir la tarifa recíproca a un 10% durante ese período.

Sin embargo, el Tesoro de EE.UU. confirmó que se mantendrá el arancel del 10% sobre casi todas las importaciones globales. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, reiteró que las tarifas "recíprocas" quedarán suspendidas momentáneamente, pero advirtió que la política arancelaria continúa como eje de presión comercial.

En contraste, China anunció un aumento en sus aranceles de represalia contra Estados Unidos, llevándolos al 84% desde el 34% anterior, intensificando la tensión comercial entre ambas potencias.

En el exterior, los mercados internacionales reaccionaron antes del anuncio de Trump, cerrando con fuertes pérdidas: el FTSE 100 de Londres cayó 2.9%, el Nikkei 225 de Tokio descendió 3.9%, y el CAC 40 de París bajó 3.3%. En contraste, los mercados chinos mostraron subidas: Hong Kong aumentó 0.7% y Shanghái, 1.3%.

Trump defendió su estrategia arancelaria, afirmando que era necesaria para corregir relaciones comerciales "insostenibles". Aseguró que, aunque los mercados se veían “bastante sombríos” en días recientes, ahora el mercado de bonos “se ve hermoso”.

Cuando se le preguntó si algunas empresas podrían quedar exentas de los nuevos impuestos, Trump respondió que lo decidiría “instintivamente”, ya que “casi no se puede hacer con lápiz y papel”.

La decisión marca un nuevo capítulo en la guerra comercial entre EE.UU. y China, con repercusiones que podrían sentirse a lo largo de toda la economía global.