En una calle estrecha cerca de “Sé do Porto” una bandera colgada en un balcón reproduce también el arco iris y replica en portugués el mismo mensaje que durante muchos meses vi en Milán: “Vamos ficar todos bem “ (Vamos a estar todos bien).

Es feriado en Portugal el día de mi llegada a “ Porto “. Llueve y las calles en el trayecto  hasta la central zona de la “ Igreja do Carmo “, donde  voy a alojarme, están vacías.
 
En la recepción del hotel me reciben con una copa de “vinho do Porto “ y con un inesperado “upgrading “ sin costo a una habitación de categoría superior. La recepcionista enmascarada  enumera una gran variedad de servicios y opciones en promoción especial en este momento. La detengo y le pido que  me indique un restaurante. Toma el teléfono y hace varias llamadas .Del otro lado nadie responde. Los restaurantes más conocidos de la zona están cerrados.

Al día de hoy 9 de octubre el país luso registra 83.928 contagiados , 2062 víctimas fatales y 52.164 recuperados.

Con una población de 10 millones de habitantes , Portugal pudo  exhibir valores mucho más bajos respecto a otros países europeos, en especial a la vecina España. 

Sin embargo en el pasado mes de Julio, Portugal pasó de ser tratado como ejemplo – había obtenido la sede para las fases finales de la Champions League – a ser vetado como destino turístico por muchos países europeos. El motivo de tal decisión : el país luso tenía la segunda peor cifra en Europa de nuevos contagios cada 100.000 habitantes. 

Portugal se vio obligada entonces a poner en práctica mayores restricciones y el país fue dividido el 1 de Julio pasado en  tres bloques. El más delicado era el de las 19 “ freguesias “ de la periferia de Lisboa, barrios confinados con el nivel más grave, llamado de “calamidad”; seguía el conjunto del área metropolitana de Lisboa, en “contingencia”, con prohibición de reunirse más de 10 personas y establecimientos cerrados a partir de las 20:00, excepto los restaurantes, y finalmente el resto del país colocado en el nivel de "alerta", el más bajo, en el que que no pueden reunirse más de 20 personas y también esta prohibido consumir alcohol en la vía pública para evitar aglomeraciones. 

En estas últimas semanas, las visitas a los médicos y las hospitalizaciones por Covid han aumentado constantemente. El informe de la Dirección General de Salud del jueves 8 de Octubre  reportó 801 pacientes hospitalizados,  115 en cuidados intensivos . Hace dos semanas las cifras eran 588 y 85, respectivamente. Es decir, el total de hospitalizaciones aumentó un 36% en quince días.
Hoy 9 de Octubre se registra además el récord de un segundo día consecutivo con más de mil personas contagiadas.

La cola para visitar la librería “Lello & Irmão”, asociada al nombre de Harry Potter, aún subsiste y es tal vez el único rastro del pasado de masiva presencia de turistas. El Hall de la estación de “ Sāo Bento “ con sus 20.000 azulejos en cambio no recibe visitantes y Ribeira, patrimonio cultural de la humanidad declarado por la Unesco, dialoga silenciosamente con el  rio “ Douro “ que pasa  “torturado y afligido” como expresara Pedro Homen de Melo .

La bellisima “Ribeira” esta desierta , los restaurantes y tabernas a los dos lados del río muestran en las noches mesas vacías y enmascarados camareros saliendo al encuentro de las pocas personas que pasan.

“Porto“ la “ciudad invicta“, así llamada por haber resistido el ataque de los moros y de la armada imperial de Napoleón y por no haber sido nunca conquistada desde la época de su creación en el imperio romano, ha sufrido el duro golpe de la actual crisis del Coronavirus.

 En el 2019, el turismo internacional generó 18.431 millones de euros en ingresos para los portugueses, lo que corresponde al 8,7% del PIB. 

Sin embargo, la importancia del sector turístico en la economía va más allá del turismo internacional. En el mismo 2019, el consumo de todos los turistas se elevó hasta el 15% del PIB y el sector en su conjunto representó el 10% del empleo. 

En el segundo trimestre de este año en el momento de pico de la enfermedad, los datos indican  que la actividad fue de un 90% inferior al 2019.

Se piensa que en un escenario en el que la tasa de actividad hubiese podido recuperarse  hasta el 40% en el tercer trimestre y hasta el 60% en el cuarto,  la reducción de la actividad del sector en el conjunto de 2020 sería cercana a la cifra de por si muy preocupante del 60%.

La dramática constatación de estos datos se presentaron ante mis ojos en el vuelo de regreso  a Milán, en un avión vacío de una línea área  low cost cuyo costo de un pasaje entre Italia y Portugal no supera los 50 euros.