- Región:
- Mundo
- Categoría:
- Política
Trump y Putin se preparan para una cumbre de alto riesgo en Alaska en medio de conversaciones sobre la guerra en Ucrania
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Rusia, Vladímir Putin, se reunirán este viernes en Alaska en una cumbre que podría definir el próximo capítulo de la guerra en Ucrania. Mientras la Casa Blanca presenta el encuentro como un esfuerzo para “explorar caminos hacia la paz”, el Kremlin insinúa que podría abrir la puerta a un acuerdo sobre control de armas nucleares.
Las conversaciones se producen en medio de un renovado debate sobre posibles concesiones territoriales, con Rusia ocupando casi el 20% del territorio ucraniano. Trump ha planteado la idea de un “intercambio” que implicaría algunas zonas, aunque no ha especificado cuáles. Kiev ha rechazado categóricamente ceder cualquier parte de su territorio soberano, una postura respaldada por el presidente Volodímir Zelensky y la mayoría de sus aliados europeos.
El territorio, en el centro de las negociaciones
Informes sugieren que Moscú propuso un acuerdo de alto el fuego a cambio de que Ucrania entregue el resto de Donetsk y Luhansk —conocidas en conjunto como el Donbás—. Sin embargo, los combates en la región se han intensificado en los últimos días, con fuerzas rusas avanzando al noreste de Dobropilia. Ucrania describe estos avances como infiltraciones menores, aunque fuentes locales advierten que podrían indicar vulnerabilidades más profundas.
Las posibles concesiones de Rusia son limitadas. El Kremlin controla pequeñas “zonas de amortiguamiento” en el norte de Ucrania, cerca de Sumy y Járkov, pero estas áreas no son estratégicamente significativas ni equivalentes a los vastos territorios bajo control ruso en el este y el sur.
Un cambio en el tono de Occidente
Desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, líderes europeos han mostrado un cambio sutil, discutiendo con cautela la posibilidad de “congelar” las actuales líneas del frente como base para las conversaciones. Esto marcaría un alejamiento de años de negativa a reconocer las ganancias rusas desde la invasión de 2022.
Para Kiev, congelar las líneas ahora podría ser una opción pragmática, dada la constante ganancia territorial de Rusia. Sin embargo, Zelensky advierte que ceder territorio solo envalentonaría a Moscú, como ocurrió tras la anexión de Crimea en 2014.
Las apuestas en Alaska
Putin afirma que la cumbre busca “crear condiciones a largo plazo para la paz” entre Estados Unidos y Rusia, así como a nivel global. No obstante, diplomáticos señalan que la estrategia del Kremlin parece ser ganar tiempo, utilizando una diplomacia lenta para consolidar logros en el campo de batalla.
Trump ha insinuado que, si en “los primeros dos minutos” de la reunión percibe que un acuerdo es imposible, podría girar hacia la imposición de sanciones secundarias contra los principales compradores de energía rusa, incluidos India y China. Sin embargo, observadores advierten que la dinámica impredecible entre Trump y Putin podría dar lugar a un resultado muy alejado de las expectativas de Kiev.
A medida que los líderes se preparan para el encuentro, Alaska se convierte en el escenario de una de las apuestas diplomáticas más trascendentales de los últimos tiempos: una reunión donde las apuestas se miden en territorio, soberanía y el futuro de la seguridad europea.