En un gesto que refuerza los lazos entre democracias frente a crecientes amenazas globales, el presidente de Taiwán, Lai Ching-te, y el jefe de la Oficina Económica y Comercial de la Unión Europea (EETO) en Taiwán, Lutz Güllner, se comprometieron este jueves a profundizar la cooperación bilateral en materia de seguridad y cadenas de suministro de semiconductores.

Durante una gala organizada por la Cámara de Comercio Europea en Taiwán (ECCT), Lai destacó el papel estratégico de Taiwán en la industria global de los semiconductores y subrayó la necesidad de “construir en conjunto cadenas de suministro resilientes, prometedoras y libres de influencias autoritarias”.

El mandatario advirtió sobre los intentos de regímenes autoritarios de controlar el mercado global de tecnologías críticas mediante prácticas desleales, incluyendo subsidios, monopolios de recursos y presión política. Ante este panorama, afirmó que Taiwán trabajará estrechamente con socios democráticos como la UE no solo para fortalecer vínculos económicos, sino también para proteger la libertad, la democracia y la paz regional.

Por su parte, Güllner resaltó que la cooperación entre la UE y Taiwán debe ir más allá del ámbito económico. “Existe una creciente convergencia entre nuestras prioridades de seguridad”, señaló, al tiempo que llamó a una colaboración conjunta para hacer frente a amenazas híbridas como ciberataques, desinformación y coerción económica.

Asimismo, el representante europeo hizo hincapié en la necesidad de involucrar al sector privado en este esfuerzo común: “No se trata solo de una cooperación entre gobiernos. Las empresas deben ser parte activa de esta estrategia para proteger nuestras infraestructuras críticas”.

El evento contó con la participación de altos funcionarios del gobierno taiwanés, diplomáticos y representantes de más de 450 empresas europeas que operan en la isla, según datos de la ECCT.

Este acercamiento refuerza la estrategia de diversificación de la UE en sectores clave como el de los semiconductores, en un contexto internacional cada vez más complejo, y posiciona a Taiwán como un socio clave en el mantenimiento de la estabilidad y la innovación tecnológica global.