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Venezuela inmersa en una crisis non stop
A días de finalizar el 2016 el régimen de Nicolás Maduro no detiene su caída libre, profundiza la crisis socio- económico que predomina en el país y suma grises en su política internacional
Éste miércoles el régimen de Maduro recibió otro revés en su política internacional. La canciller venezolana Delcy Rodríguez acudió sin invitación a la reunión de estados miembros del MERCOSUR, la respuesta de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay fue mantener excluida de la reunión a la diplomática caribeña y llevar adelante la reunión que definiría plan de acción para el primer semestre 2017. La furia de la titular se manifestó en las redes sociales donde insistió en que bloque, del que fue suspendido a inicios de diciembre cuando los fundadores del Mercado Común del Sur consideraron que Venezuela incumplió con requisitos necesarios para su adhesión. Esta negativa generó, no solo la cesación de derechos inherentes sino también la imposibilidad que la República Bolivariana asuma la presidencia protempore de la unión regional.
Entretanto Maduro enfrenta, con negación rotunda y un repertorio sistemático basado en deslindarse de culpa, una inflación voraz que alcanzó en noviembre un alza anualizada de 784%, superando levemente las proyecciones del Fondo Monetario Internacional. El Banco Central no informó oficialmente la tasa estimada, sin embargo, presentó la semana pasada el nuevo cono monetario de seis nuevos billetes de 20.000, 10.000, 5.000, 2.000, 1.000 y 500, y tres monedas de 100, 50 y 10 bolívares como adaptación al constante aumento de precios. Desde la última modificación en la emisión (ocurrida en 2008) hasta diciembre de 2015, último dato oficial del Índice de Precios, la moneda acumuló 2.357,9% de inflación: es decir, que lo que un venezolano podía adquirir con 100 bolívares en enero de 2008, podía costarle a finales del último año más de 2.000, y mucho más en 2016. La determinación de excluir inmediatamente de circulación los billetes de más alta denominación, los de 100 bolívares, debido a otra peculiar teoría de especulación negativa hacia el país y el efecto de la reciente depreciación del bolívar se sentirá con mayor intensidad en este diciembre, y en enero y febrero de 2017, para desembocar en la profundización de la crisis económica y una inflación descontrolada.
El dialogo entre gobierno y oposición que buscaba una salida esperanzadora a este movimiento cívico descendente se vio detonado por el propio oficialismo arremetiendo, incluso, contra el Vaticano, Estado que pasó de ser facilitador a manipulador y golpista según palabras del propio gobierno. El dialogo que naufrago antes de hacerse a la mar puso en duda el rol pacificador de la Santa Sede y derivó en un callejón sin salida frente a los reclamos de la opositora Mesa de Unidad Nacional (MUD) en temas sensibles como la liberación de presos políticos y la realización de elecciones presidenciales.
El modelo económico impuesto sepultó hasta la gastronomía básica y tradicional debido a la escasez que impera en los supermercados, éste pico de desabastecimiento se registra también en medicamentos. La Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida (Codevida), aseguró este miércoles que hay al menos 4 millones de pacientes críticos por la falta de medicinas, de los cuales 250.000 tienen enfermedades crónicas o congénitas.
La falta de víveres y medicamentos necesarios para la población parecen no ser considerados como una prioridad para Maduro, antes de permitir que los ofrecimientos de donaciones de alimentos infantiles y medicamentos de diferentes organizaciones internacionales llegarán a Venezuela el próximo año, se espera el ingreso de equipos ultramodernos de defensa misilística antiaérea, además de equipos blindados de artillería y de infantería provenientes de Rusia.
Qué lindo regalo navideño para la población.