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Alto al fuego Israel – Hamas: Comenzó la cuenta regresiva hasta la próxima guerra
Hamas hoy mismo comenzó con su reconstrucción tanto civil como militar, poco le importa los compromisos que asumió sobre controles y verificaciones futuras cedidas a Egipto y a la Autoridad Palestina, sabe que ninguna cumplirá
A las 8 de la noche, hora pico en la televisión israelí, hace solo 1 hora que comenzó el alto al fuego "permanente ", dos fotos, dos imágenes.
Por un lado en la franja de Gaza, con los máximos jefes militares del Hamas sobre las tarimas, quienes por primera vez salían de sus subterráneos refugios que, ubicados debajo del principal hospital evitaban así, con la cobertura humana como mejor protección, ser atacados, encabezando una multitudinaria manifestación de alegría festejando el triunfo sobre Israel, son decenas de miles que, algunos con banderas, otros con ametralladoras o revólveres en sus manos, expresan su regocijo, prometen con sus cánticos la destrucción de Israel. Como fondo el caos y la destrucción, nada de ello ahora importa, son momentos de festejos.
En la otra mitad de la pantalla, ya enfocando sobre Israel, silencio y asombro, nadie del gobierno habla ni aparece, las redes sociales son la mejor expresión del sentimiento de la gente, se preguntan: ¿para llegar a esto se necesitaron 50 días de desgastante guerra? En el camino quedaron los 4564 misiles y cohetes que el Hamas lanzó sobre Israel, también los 5263 objetivos atacados por Israel en Gaza.
Hamas hoy mismo comenzó con su reconstrucción tanto civil como militar, poco le importa los compromisos que asumió sobre controles y verificaciones futuras cedidas a Egipto y a la Autoridad Palestina, sabe que ninguna cumplirá, ellas existen solamente para salvar las apariencias, para conformar especialmente a Israel y Egipto, pero en éste juego nadie engaña a nadie, todos conocen que lo acordado, que lo firmado de nada vale.
Ahora vienen los tiempos de las vacas gordas en donde las multimillonarias ayudas internacionales para la reconstrucción de Gaza comiencen a repartirse. Un mínimo de 8 mil millones de dólares de los cuales un importante porcentaje engrosará las cuentas bancarias secretas de algunos dirigentes del Hamas, otro alto porcentaje para rearmarse militarmente y el saldo para volver a levantar las viviendas destruidas, de aquí en más todos piensan en negocios, en los beneficios.
Muy cerca de allí, en Israel, en la única democracia en Medio Oriente en la que nadie nada se calla, las críticas se realizan en forma de preguntas, es muy difícil encontrar respuestas cuando se intenta proyectar las enseñanzas de ésta guerra con el Hamas, con un arsenal de cohetes y misiles fabricados en su gran mayoría en forma artesanal con la que, desde Líbano, el Hezbollah y sus más de 80 mil amenaza apuntando hacia el sur pueden producir.
Son muchísimas preguntas que como respuesta dejan muchos signos de interrogación. Y cuando a las falencias tácticas se las pretende subsanar con futuros acuerdos políticos en donde nadie nada puede prometer, salvo Israel nadie puede garantizar su propia estabilidad política, es claro que aquí lo importante es el día a día, mañana Dios dirá o proveerá.-