No hubo desfile clásico de máscaras y carrozas en la ciudad, debido a la normativa anti-contagio del coronavirus. Pero en Milán, para el sábado del carnaval ambrosiano, los Canottieri San Cristoforo organizaron un desfile de disfraces en las góndolas a lo largo del Naviglio Grande y en la Dársena, garantizando el distanciamiento social.
Italia, el primer epicentro de Covid-19 fuera de China, ha utilizado un régimen de pruebas agresivo y cubrimientos faciales para hacer retroceder una segunda ola de la pandemia hasta ahora. Pero a medida que los niños de la nación se preparan para regresar a clases, muchas escuelas están tomando el asunto en sus propias manos acondicionando las aulas al distanciamiento social que se requiere.
Catalunya se convertirá en la primera comunidad en hacer obligatorio el uso de la mascarilla en espacios exteriores, aunque haya distancia de seguridad.
Este “Super Saturday”, muy esperado por los ingleses, suscitaba preocupación. El primer ministro Boris Johnson había recordado que era absolutamente vital que todo el mundo respete las reglas. “Los borrachos no respetan la distancia social”, se quejó la policía
