El constante conflicto en el Mar de China Meridional ha sido nuevamente avivado por las recientes acciones de China en la región. Vietnam ha emitido una enérgica denuncia contra el nuevo mapa presentado por el gobierno chino, el cual amplía drásticamente las reclamaciones territoriales de China en el disputado mar. El mapa, conocido como el "nuevo estándar", representa una versión extendida de la afirmación china que fue presentada anteriormente a las Naciones Unidas en 2009.

El comunicado oficial emitido por Pham Thu Hang, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Vietnam, señala que las reclamaciones marítimas y de soberanía presentadas en el mapa son inválidas y violan la soberanía de Vietnam sobre las islas. La inclusión de las cadenas de islas Paracelso y Spratly ha sido particularmente cuestionada por Vietnam, ya que considera que estas áreas están claramente dentro de su jurisdicción según lo establecido por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS).

El Mar de China Meridional, rico en recursos y una importante ruta marítima, ha sido objeto de disputas entre múltiples países, con China liderando sus reclamaciones a través de la polémica línea de demarcación de nueve trazos, que ha sido considerada como violatoria de la UNCLOS por un tribunal de arbitraje independiente en 2016. Además, China ha fortalecido su presencia en la región mediante la construcción de islas artificiales y el establecimiento de instalaciones militares en el área.

Vietnam, uno de los primeros países en firmar la UNCLOS en 1982, ha abogado por el respeto y la adherencia al tratado por parte de los países de la región. Con esfuerzos persistentes para hacer cumplir las disposiciones de la convención, Vietnam busca frenar las ambiciones expansivas de China y promover la cooperación entre los países vecinos para abordar esta creciente preocupación regional.

Con actores extra regionales como Estados Unidos y el Reino Unido observando de cerca la situación y expresando su preocupación por la seguridad y la libre navegación en la región, la tensión en el Mar de China Meridional ha adquirido dimensiones internacionales significativas. A pesar de los esfuerzos por encontrar una solución diplomática, el camino hacia la resolución parece incierto en el corto plazo, planteando preocupaciones sobre el posible escalado del conflicto y sus implicaciones a nivel global.