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Política

Bolivia: la izquierda sufre una derrota histórica y no participará en la segunda vuelta de la elección presidencial

  • Bolivia: la izquierda sufre una derrota histórica y no participará en la segunda vuelta de la elección presidencial
    El senador centrista Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), se ubicó al frente de la contienda con un 32,18% de los votos Bolivia: la izquierda sufre una derrota histórica y no participará en la segunda vuelta de la elección presidencial

El panorama político de Bolivia dio un giro inesperado este domingo tras conocerse los primeros resultados de las elecciones presidenciales. El senador centrista Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), se ubicó al frente de la contienda con un 32,18% de los votos, mientras que el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), liderado por el ministro Eduardo del Castillo, cayó a un histórico 3,16%, su peor desempeño en una generación.

En segundo lugar quedó el expresidente conservador Jorge “Tuto” Quiroga, de la coalición Alianza, con el 26,94% de los votos, lo que abre la puerta a una segunda vuelta prevista para el 19 de octubre, salvo que un candidato logre superar el 40% con una ventaja de al menos 10 puntos.

El propio Paz celebró los resultados preliminares asegurando que Bolivia no solo exige un cambio de gobierno, sino un “cambio de sistema político”, mientras sus simpatizantes coreaban “¡Renovación!”.

La jornada electoral estuvo marcada por una alta inflación, la escasez de dólares y combustibles, y la ausencia de Evo Morales, impedido de participar como candidato tras un fallo judicial. El exmandatario había llamado al boicot, pero la participación se mantuvo estable.

Analistas consideran que estos resultados reflejan un cansancio social y económico con el MAS, que gobernó Bolivia durante casi 20 años, y marcan una oportunidad histórica para el avance de fuerzas de centro y derecha.

Los resultados oficiales definitivos se conocerán en los próximos días, mientras el país se prepara para una campaña de segunda vuelta que promete ser decisiva para el futuro político y económico de Bolivia.