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Aventura aérea en altamar: Ovation of the Seas sorprende con RipCord by iFLY rumbo al Pacífico Mexicano
Los Ángeles – Pacífico Mexicano, junio de 2025 – A bordo del Ovation of the Seas de Royal Caribbean, la experiencia RipCord by iFLY está revolucionando la forma en que los viajeros disfrutan de un crucero por el océano. Este simulador de caída libre indoor —único en su tipo en alta mar— permite a los pasajeros vivir la sensación del paracaidismo, ¡sin necesidad de saltar de un avión!
El RipCord by iFLY es un túnel de viento vertical ubicado en la cubierta superior del buque, desde donde los cruceristas pueden flotar en el aire con total seguridad, guiados por instructores capacitados. Esta atracción ha sido diseñada para ofrecer la emoción de un salto en caída libre a más de 190 km/h… pero con la comodidad de no tener que dejar el barco.
Tecnología de punta para un crucero de vanguardia
La experiencia comienza con una charla de seguridad y un video instructivo. Luego, se proporciona un traje de vuelo, casco, gafas y protección auditiva. Todo está perfectamente organizado para que incluso quienes nunca se hayan acercado a un deporte extremo puedan disfrutarlo sin miedo.
El Ovation of the Seas, perteneciente a la moderna clase Quantum de Royal Caribbean, se ha posicionado como uno de los buques más innovadores del mundo. Además del RipCord, cuenta con el observatorio North Star —una cápsula de cristal que se eleva a más de 90 metros sobre el nivel del mar—, el simulador de surf FlowRider, el complejo deportivo multifuncional SeaPlex, y una oferta gastronómica y de entretenimiento de primer nivel.
Una ruta inolvidable al Pacífico mexicano
La travesía que parte desde Los Ángeles y recorre la costa del Pacífico mexicano permite disfrutar hermosos destinos fusionando lo mejor del turismo costero con las comodidades y emociones del barco.
Además, Royal Caribbean ha creado un calendario lleno de actividades para toda la familia, con eventos culturales, espectáculos, noches temáticas y propuestas de relax y bienestar.
“Me sentí como un astronauta flotando sobre el océano”
Después de ponerme el traje azul, el casco ajustado y las gafas, me sentí más como un personaje de película de acción que como un simple turista. Subí al túnel de viento con algo de nervios. Mi instructor, un canadiense con sonrisa eterna y paciencia de santo, me dio una señal con los dedos: “relajate, y dejate llevar”.
Cuando entré al túnel, el viento me levantó literalmente del suelo. En los primeros segundos me sentí torpe, como una marioneta descontrolada. Pero apenas ajusté los brazos, logré flotar en el centro del cilindro. ¡Estaba volando!
Desde adentro se ve el mar a través del acrílico. En ese momento no sabía si sonreía o si mi cara se estaba deformando por la fuerza del viento. Todo era ruidoso, pero emocionante. El instructor me ayudó a girar sobre mí mismo, como si flotara en gravedad cero.
Un detalle divertido: cuando salí, mi pelo estaba tan enredado que parecía que había pasado por un ventilador gigante… y lo había hecho. Pero lo mejor fue ver la cara de los otros pasajeros: todos salíamos riéndonos como chicos.
Definitivamente, RipCord by iFLY no es solo una atracción, es un recuerdo que se queda grabado para siempre.