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Cristiano y Portugal, campeones de la Nations League en un final para la historia
Múnich, 8 de junio de 2025 – Con el corazón en la mano y las lágrimas en los ojos, Cristiano Ronaldo volvió a hacer historia. Portugal venció a España en la gran final de la UEFA Nations League tras un emocionante empate 2-2 en los 120 minutos de juego, y una definición por penales que terminó 5-3 a favor de los lusos.
En el Allianz Arena de Múnich, el encuentro fue un auténtico duelo ibérico cargado de emociones. Martín Zubimendi abrió la cuenta para España a los 21 minutos, pero Nuno Mendes igualó poco después gracias a una brillante jugada de Ronaldo. Pedri y Mikel Oyarzabal se combinaron para devolverle la ventaja a La Roja antes del descanso, pero una vez más apareció la figura de Cristiano para marcar su gol número 138 con la camiseta de Portugal y forzar la prórroga.
La paridad se mantuvo hasta el final del alargue, y el título se decidió desde los once pasos. Álvaro Morata falló para España y Rúben Neves selló la gloria portuguesa con el penal definitivo, mientras Ronaldo, ya fuera de la cancha por calambres, no pudo contener las lágrimas.
"Es un deber cumplido. Nada es más especial que ganar con Portugal", dijo el astro de 40 años tras recibir el trofeo. Su liderazgo fue clave para remontar dos veces el marcador y contagiar al equipo de ese espíritu indomable que lo caracteriza desde 2003, año en que debutó con la selección.
Para España, la derrota fue un golpe duro tras una larga racha invicta desde marzo de 2023. La juventud de Lamine Yamal, que no logró brillar en esta ocasión, contrastó con la experiencia de un Ronaldo que sigue haciendo historia.
Más allá del espectáculo, la jornada se tiñó de luto por la trágica muerte de un aficionado que cayó desde una grada. Un recordatorio doloroso en medio de una noche que celebraba el fútbol en su máxima expresión.
Con esta conquista, Portugal levanta su segundo título de Nations League y se afianza como uno de los grandes favoritos de cara al Mundial 2026. Con Cristiano como guía espiritual y una generación que mezcla talento y madurez, los lusos vuelven a soñar en grande.