FORT LAUDERDALE – Inter Miami protagonizó una remontada épica en su estadio del sur de Florida y, de la mano de un Lionel Messi brillante, se metió por primera vez en las semifinales de la Concacaf Champions Cup. En un Chase Stadium repleto y con un clima de tensión que se sostuvo hasta el final, el equipo dirigido por Javier Mascherano venció 3-1 a Los Angeles FC, revirtiendo la derrota por la mínima sufrida en la ida.

El conjunto rosa se impuso en Fort Lauderdale con dos goles del astro argentino –uno de un bombazo cruzado y otro de penal–, y un tanto afortunado de Noah Allen, que dio vuelta la historia en una noche cargada de emociones. Así, el resultado global terminó 3-2 en favor de Inter Miami, que ahora enfrentará a Vancouver Whitecaps en semifinales, definiendo la serie nuevamente en casa, en el Chase Stadium de Fort Lauderdale.

El partido comenzó cuesta arriba para los locales: a los 10 minutos, Aaron Long marcó para LAFC tras una serie de rebotes en el área, lo que obligó a Inter Miami a buscar al menos dos goles más para avanzar. Y allí apareció Messi. El 10 fue protagonista desde el primer tiempo, cuando convirtió un gol de tiro libre anulado por una infracción previa, y luego sí gritó el empate con un potente remate cruzado que levantó al público.

El complemento trajo más emociones: Noah Allen anotó el 2-1 con un centro que se desvió y descolocó al arquero francés Hugo Lloris, y poco después Messi sentenció la serie desde los doce pasos, luego de una falta sobre Leonardo Campana. En los minutos finales, Oscar Ustari, que fue titular en el arco local, tuvo intervenciones clave para sostener la diferencia y evitar una nueva reacción del conjunto angelino.

Con este resultado, Inter Miami se instala en las semifinales del torneo que reúne a los mejores equipos de la MLS, la liga mexicana y el Caribe, y mantiene vivo el sueño de conquistar por primera vez la Concachampions. Además, si logra avanzar a la final, también lo hará en condición de local: el Chase Stadium de Fort Lauderdale será el escenario del duelo decisivo, una muestra del impacto que ha tenido el equipo desde la llegada de Messi.

Lionel celebró el pase con sus hijos en el campo, mientras la hinchada coreaba su nombre y Fort Lauderdale se transformaba en una fiesta rosa. Inter Miami está a dos partidos de la gloria continental.