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Argentina
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Resoluciones de Año Nuevo: los puntos que solemos olvidar

  • El Imam Marwan Gill, visitó al Papa Francisco en representación de la Comunidad Musulmana Ahmadía
    El Imam Marwan Gill, visitó al Papa Francisco en representación de la Comunidad Musulmana Ahmadía
Región:
Argentina
Categoría:
Sociedad
Article type:
Enfoques
Autor/es:
Por Marwan Gill
Fecha de publicación:
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Con el nuevo año a la vuelta de la esquina, es posible que algunos de nosotros ya hayamos empezado a establecer nuestras propias resoluciones y metas para el Año Nuevo, mientras que otros todavía estén ocupados comprando los últimos regalos. Como musulmanes, no celebramos el Año Nuevo como tal, sino que pasamos este tiempo con nuestras familias y comunidades para expresar nuestra gratitud a Dios. Nuestra fe nos aconseja recordar, especialmente en ocasiones de felicidad y éxito, las innumerables bendiciones del Ser Divino.

No obstante, independientemente de si creemos o no en Dios, no cabe duda de que esta fecha marca un cambio de ciclo y nos conduce a realizar una introspección más profunda. Nos permite “empezar” nuevos capítulos de nuestras vidas, “reiniciar” y “actualizar” otros compromisos y relaciones pendientes, o “apagar” ciertas actividades y hábitos.

En relación con estas reflexiones, hay una profunda frase del profeta Muhammad (la paz sea con él), el fundador del islam, que es muy pertinente y beneficiosa para todos nosotros. El profeta explicó que los seres humanos, en general, tienden en su vida cotidiana a olvidar la importancia de dos bendiciones básicas: la salud y el tiempo que poseen.

Por eso, añadamos estos dos elementos tan básicos pero esenciales a nuestras resoluciones y objetivos de Año Nuevo: estar agradecidos por un año más de vida y apreciar nuestra salud. Al mismo tiempo, la valoración de estos dos aspectos no debe limitarse a nuestras oraciones, sentimientos o palabras, sino que debe manifestarse también en nuestras acciones. Los buenos deseos y las bendiciones que dedicamos a nuestro propio bienestar físico y espiritual también deberían destinarse al servicio de nuestros semejantes. Un principio de oro del islam es que el creyente debe desear para los demás lo que desea para sí mismo. Así, debemos apreciar nuestra salud y tiempo para que otros, que están privados de estos favores, también puedan beneficiarse de ellos.

En primer lugar, mis pensamientos están con todos los que sufren enfermedades graves. Según nuestra fe, es una obligación moral visitar regularmente a las personas enfermas de nuestro entorno social y apoyarlas durante esa dura prueba. En segundo lugar, mis oraciones están dedicadas a todos aquellos civiles inocentes que han sido arrastrados como víctimas de las guerras y han sido privados de la bendición del tiempo. En lugar de despertarse cada día con nuevos sueños, su amanecer consiste únicamente en la esperanza de seguir vivos hasta el ocaso.

Hoy en día, hay muchos conflictos en la Tierra que ensombrecen la paz y la armonía, pero especialmente las guerras de Gaza y Ucrania están a unos pasos de convertirse en una guerra mundial. Durante el último año, ambas regiones han “contaminado” el planeta con la sangre de miles de personas inocentes, sobre todo niños. Las bombas no sólo han dinamitado las vidas y viviendas de los habitantes de esos lugares, sino también nuestras relaciones, nuestras esperanzas y nuestros anhelos de un mundo más humano. Estas guerras en curso han generado profundas fisuras y divisiones en nuestra convivencia, y la pérdida de cada vida inocente es comparable a un obstáculo más en el camino hacia la reparación.

Por todo esto, mientras muchos de nosotros celebraremos el nuevo año bajo un techo seguro y alrededor de una mesa con abundantes comidas y bebidas, no olvidemos en nuestros pensamientos y oraciones a aquellos rincones del planeta que padecen las consecuencias del sufrimiento provocado por el hombre mismo. Es mi deseo que todos comprendamos nuestra responsabilidad en la construcción de la paz en el mundo y en la valoración de cada vida humana que lo habita.

¡Feliz Año Nuevo para todos!