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A 6 meses de la invasión rusa a Ucrania, Putín rememora las desventuras del general Pirro
El soñado paseo triunfal por Kiev se ha convertido en una guerra pírrica para Putin e indirectamente también para el resto del mundo.
Los griegos eran alrededor de 25.000 combatientes al inicio de la batalla de Heraclea, pero luego y a pesar de la victoria, las fuerzas del general Pirro sufrieron la baja de 13.000 personas.
Un año más tarde, tras la batalla de Ásculo, más allá de una nueva victoria, las bajas griegas llegaron a 3.500 soldados.
"Otra victoria como ésta, y tendré que volver a casa solo" dicen que fueron las palabras de Pirro de Epiro.
La historia acuñó entonces la expresión “ victoria pírrica “, en referencia a un victoria lograda con tanto costo y sacrificio que causa más daño que provecho , lo cual hace prever la caída o el final del triunfador.
Fuentes de la administración estadounidense, revelaban a finales de julio pasado que 75.000 rusos han muerto o resultado heridos en la actual invasión de Ucrania.
El 24 de Febrero, Europa despertaba incrédula frente al “hecho consumado” de la preanunciada invasión rusa que había resistido en aceptar, a pesar de las expresiones contundentes del presidente americano Biden.
Seis meses han pasado y por momentos parece que aquella total, completa atención mediática y política de los primeros meses haya cedido, tal vez se haya diluido ante el hecho incontrovertible que la ocupación del territorio ucraniano no tiene fecha de vencimiento.
Desde el plano estratégico y militar Ucrania ha perdido el 20 % del territorio, principalmente el Dombás, región prorrusa ; 7 millones de personas se han convertido en refugiados y lo más importante desde el punto de vista geopolítico es que el país ha perdido las salidas al mar.
Las atrocidades del ejercito ruso sobre la población de Ucrania son mucho más que evidentes , nos llenan de dolor y nos unen aún más a un pueblo orgulloso e hidalgo que nunca se resignará a perder su dignidad nacional.
La “ guerra express “ originalmente planeada por Putin se transformó en un ataque destructivo , en una guerra de desgaste. Si Ucrania no quiere ser rusa , no será entonces de nadie.
Hay quienes sostienen que las fuerzas terrestres rusas se encuentran “ empantanadas “ , desorientadas y sin un comando que las unifique y guie en una estrategia común.
Aunque lo cierto es que hasta los recientes ataques a las bases rusas en Crimea , Ucrania no ha tenido ninguna iniciativa importante de tipo militar, con la excepción del hundimiento del buque Moskva y depende del suministro de armamentos del exterior, de Estados Unidos principalmente.
"Una importante transferencia de armas pesadas al ejército ucraniano aceleraría el final de la guerra y la retirada rusa" expresó el 16 de Agosto en un twitt Mykhailo Podolyak, asesor del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky.
El peligro más importante del conflicto desde la perspectiva de sus potenciales consecuencias lo tiene en este momento el continente europeo. La central nuclear de Zaporizhzhia se encuentra actualmente en manos rusas y en sus alrededores continúan las explosiones , imputándose recíprocamente ambas partes la responsabilidad sobre las mismas.
Con una guerra a largo plazo en el horizonte, Europa necesita entonces concentrarse en limitar los inevitables efectos económicos. En primer orden los derivados de las restricciones en los productos energéticos, alimentarios y materias primas cuya escasez (o expectativa de escasez) ha disparado sus precios, pudiendo deteriorar el sistema productivo y amenazar el crecimiento y la estabilidad social; y en segundo plano las consecuencias sobre la inflación general (vía energía y alimentos) y los tipos de interés, que encarecen los costes de financiación empresarial y amenazan la sostenibilidad de las finanzas públicas.
La UE es enormemente dependiente del gas ruso: importa unos 155 bcm anuales, que suponen el 45% de sus compras de gas y el 40% de su consumo. El gas ruso es difícil de sustituir porque el 80% de las importaciones llegan por gasoducto y porque la capacidad excedentaria mundial es reducida.
Rusia utiliza entonces al suministro del gas como mecanismo de presión.
Es por ello que Gazprom anunció el martes 16 de agosto que su precio podría volver a subir más de un 60 por ciento, "debido" a las sanciones occidentales.
Las sanciones , sin embargo , afectan más a la población que se encuentra privada de los símbolos del mercado de consumo del capitalismo que al sistema macroeconómico que puede apoyarse en otro orden geo-politico.
Según las informaciones oficiales , la economía rusa sufrirá una contracción hasta final del año de 4, 5 % del producto bruto interno en lugar del 7,5 % inicialmente predecido.
Los países lideres del mundo emergente o del llamado “Sur global “, que dependen de ciertos productos rusos o de su mercado de consumo, se abstuvieron de aplicar sanciones, como fue el caso de Brasil, de China e India.
Así es como 2/3 de la población mundial vive en países neutrales o contrarios a la aplicación de sanciones económicas, mientras que en términos del PIB mundial, el 70% de la riqueza mundial se encuentra en países que han sancionado a Rusia.
Ucrania en cambio ha perdido el 50 % de su producto bruto interno y como me lo confirmó un empresario de Kiev las actividades productivas y comerciales son muy limitadas. El desbloqueo de las exportaciones de cereales a través de corredores seguros en el Mar Negro permitió en las primeras semanas de Agosto a 36 barcos poder partir de puertos ucranianos o llegar a ellos , generando una limitado movimiento económico.
Rusia necesita a China y espera su ayuda pero no desea aumentar su elevada dependencia comercial y financiera del gigante asiático (al que destina casi un tercio de sus exportaciones de crudo y el 17% de las de GNL).
China en apariencia “neutral “ no puede permitir que un pilar fundamental en el nuevo orden geo-político mundial que lidera colapse o aparezca ante los ojos del mundo como un país “quebrado” o un “ derrotado “ militar.
Termina Agosto y con él la dramática “ ola de calor “ que distrajo a los europeos. El continente regresa al mundo real en Septiembre sin líderes , para bien de Putin , que tengan por lo menos el respaldo popular para hacer sentir el peso del valor histórico de un continente.
El estado de guerra permanente , alternado con momentos de “ stand by “, con consecuencias devastadoras para Ucrania y sus reflejos no menos negativos para el mundo, se ha transformado en habitual, en parte de la realidad que vive el mundo.
El soñado paseo triunfal por Kiev se ha convertido en una guerra pírrica para Putin e indirectamente también para el resto del mundo.
Una victoria pírrica, al menos en el plano formal, es siempre menos vergonzosa que una derrota.