- Región:
- Argentina
- Categoría:
- Sociedad
La solidaridad no debe entrar en cuarentena
Todo pareciera indicar que el aislamiento social funcionó como una gran caja de resonancia que no hizo más que amplificar aquellas infecciones que se encontraban encubiertas en el seno de la sociedad
Aumento de femicidios, expresiones de xenofobia, abusos de poder, intolerancia social. Todo pareciera indicar que el aislamiento social funcionó como una gran caja de resonancia que no hizo más que amplificar aquellas infecciones que se encontraban encubiertas en el seno de la sociedad: “virus ideológicos que estaban latentes (...) noticias falsas, teorías de conspiración paranoicas, explosiones de racismo”, dice Slavoj Zizec
En estas circunstancias cabe preguntarse,¿estamos ingresando a un en estado de guerra, los unos contra los otros? La respuesta se encuentra en la nueva realidad social en la cual nos hallamos inmersos, pues la misma no depende solamente de las medidas gubernamentales impuestas (cuarentena) , sino también de las condiciones mismas que como sujetos vamos produciendo y reproduciendo en su práctica, en las experiencias y en la propia y nueva cotidianidad surgida del aislamiento.
“El desafío al que nos enfrenta el COVID-19 es aislar el virus, pero no aislarnos como sociedad”,recomendó el presidente de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA), Santiago Levín.
La clave para enfrentar y sobrellevar el aislamiento se encuentra en el fortalecimiento y en la reconstrucción de vínculos que ,aunque se presenten como interacciones mediadas, es decir , no “cara a cara” , por el momento,contribuyan a hacernos sentir acompañados y esperanzados en que la fecha de caducidad de estas circunstancias se encuentra pronta a llegar. “Esto se logra con serenidad, para poder pensar y activando al máximo la solidaridad, afirmó el dirigente APSA
Esta prueba de fuego que como humanidad nos toca soportar debería conducirnos
al nacimiento de un nuevo estadio social liderado por nuevos valores, en donde no quepa lugar para la indolencia frente al sufrimiento y la necesidad ajena , en donde prime en la praxis cotidiana la empatía y la justicia social , pues citando a Levin nuevamente: “ la solidaridad no debe entrar (jamás) en cuarentena”.