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América
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Deportes

Con dos golazos de Benedetto, Boca le ganó a Palmeiras y acaricia la Libertadores

  •  Boca venció por 2-0 al equipo brasileño con los primeros goles del delantero Dario Benedetto luego de su lesión
    Boca quedó muy bien parado de cara al encuentro desquite y se ilusiona con instalarse otra vez en una definición copera, después de seis temporadas sin hacerlo. Boca venció por 2-0 al equipo brasileño con los primeros goles del delantero Dario Benedetto luego de su lesión

En el partido de ida de la semifinal de la Copa Libertadores, Boca venció por 2-0 al equipo brasileño con los primeros goles del delantero Dario Benedetto luego de su lesión, a los 83 y 88 minutos

Darío Benedetto apareció en el momento más oportuno, de máxima necesidad y emergencia. 
Con dos goles en cinco minutos quebró el invito que Palmeiras tenía como visitante.  Un cuarto de hora le alcanzó al Pipa para convertirse en héroe, en el hombre que puso muy cerca a Boca de la final de la Copa Libertadores.
 Entró a los 31 minutos del segundo tiempo, seis después rompía el 0-0 con un cabezazo tras un córner y cinco más tarde se elevaba como el hombre de la noche con una jugada de su sello: enganche en la puerta del área y remate seco junto a un palo. El temible goleador había vuelto, se sacó la abstinencia de un año entre una grave lesión y una reaparición que no lo tenía afilado. Todo debajo de la tribuna de la 12, con una Bombonera estruendosa, como para que Boca viaje al desquite en San Pablo con una razonable optimista y la confianza recargada.

En el arranque, el desarrollo resultó cortado, bastante friccionado, sin demasiados espacios para asociarse con criterio. El equipo local buscó progresar por el sector izquierdo, con Pablo Pérez como eje del circuito futbolístico, mientras Mauro Zárate también se recostaba sobre ese costado e intentaba filtrarse, a espaldas de los mediocampistas del elenco paulista.

A los 16 minutos, la primera chance clara provino de una maniobra de pelota detenida, con un tiro de esquina ejecutado al corazón del área, que fue cabeceado en forma desviada por Izquierdoz, cuando el guardavallas Weverton había ensayado una salida en falso.

Ya al promediar el período, los dirigidos por el mellizo Barros Schelotto se habían instalado en campo contrario, aunque las posibilidades de generar riesgos dependían de tirarle pelotazos al cordobés Abila, o bien, de algún disparo desde media distancia como probó Lucas Olaza (25m.) exigiendo una buena respuesta del arquero visitante.

Pero los 45 minutos inaugurales transcurrieron en un contexto soporífero, entre un equipo que se veía impedido de asumir la verticalidad pretendida (le faltó pausa porque no hubo un conductor nato) y otro que prefirió esperar y avanzar muy esporádicamente.

En el comienzo de la segunda mitad, Boca creció ligeramente, a partir del ingreso del colombiano Villa, lo que posibilitó que todo el equipo se adelantara en el terreno. Sin claridad, es cierto, pero con tozudez y determinación.

Sin embargo, el conjunto brasileño dispuso de una situación propicia a los 23m., con un maniobra urdida con criterio que finalizó con un disparo de Dudú, que se fue junto al poste izquierdo de Rossi.

A medida que el período final transitaba, la sensación que invadía a la repleta Bombonera estribaba en que la paridad solamente podía romperse con una jugada de pelota parada.

Y muy cerca estuvo el conjunto xeneize con un tiro libre del uruguayo Olaza, que exigió una formidable respuesta del arquero Weverton. Y en la jugada siguiente, tras el córner, Benedetto se elevó en el área, metió el frentazo y estampó el desnivel que festejó todo el pueblo auriazul como una suerte de desahogo.

Y si ya era bueno lo aportado por el 'Pipa' Benedetto, el corolario arribó en el minuto 43, cuando el atacante recibió de Pablo Pérez, ensayó una lujosa pisada ante un defensor y despachó un violento remate, bajo y al palo derecho de Weverton, que se tradujo en el segundo gol.

Boca quedó muy bien parado de cara al encuentro desquite y se ilusiona con instalarse otra vez en una definición copera, después de seis temporadas sin hacerlo.