El socialista Pedro Sánchez descartó incluir en su futuro gabinete al líder de Podemos, Pablo Iglesias, al que sin embargo necesita para ser investido como presidente del gobierno de España la semana próxima.

Según afirmó, la exigencia de éste de entrar en el ejecutivo es "el principal escollo" a un acurdo entre PSOE y Podemos, que de momento no se ha alcanzado.

Con esto, la investidura prevista la semana próxima se le presenta muy difícil a Sánchez, que en la cámara baja tiene 123 diputados de un total de 350.

"No se dan las condiciones para que el señor Iglesias sea miembro de ese gobierno", afirmó Sánchez con semblante severo.

Según añadió, "un gobierno con el señor Iglesias dentro no funcionaría, estaría paralizado" por las "contradicciones internas" de la izquierda radical.

El dirigente socialista habló de "desavenencias muy importantes" en cuanto a Cataluña, donde el gobierno regional separatista mantiene abierto un grave conflicto político con Madrid.

"Ellos defienden el derecho de autoderminación, ellos defienden que hay presos políticos", criticó Sánchez refiriéndose a la izquierda radical de Podemos.

La cuestión catalana se anuncia caliente en otoño. Para entonces se espera que el Tribunal Supremo dicte sentencia sobre 12 líderes independentistas procesados por su rol en el intento de secesión de 2017, y actualmente en prisión preventiva en el caso de nueve de ellos.

Desde el inicio de las conversaciones, Podemos ha condicionado su apoyo a una entrada en un gobierno de coalición.

Sánchez empezó oponiéndose, aunque luego aceptó la posibilidad de integrar a ministros de Podemos competentes en determinados asuntos. Eso sí, se niega a la entrada de los dirigentes del partido, lo que fue rechazado por la formación de Iglesias.

Podemos llamó esta semana a sus militantes a pronunciarse sobre la posición que deberán adoptar sus diputados en la votación de investidura. Los resultados se conocerán este jueves.

Sánchez necesita el apoyo de los 42 diputados de Podemos, además de los de varios partidos regionales, para repetir como jefe de gobierno en una votación de investidura prevista el martes. Si fracasa, habrá una segunda votación el jueves próximo.

Si persistiera el bloqueo hasta final de septiembre, España se vería obligada a una repetición electoral el 10 de noviembre, en lo que serían las cuartas legislativas en cuatro años.