Nuestro recorrido por Green Bay fue una experiencia inolvidable, que combinó la pasión deportiva con el encanto de una ciudad llena de historia y vida. Como argentina, aficionada al fútbol, visitar el legendario Lambeau Field —la casa de los Green Bay Packers— fue algo que me emocionó profundamente. Este estadio, el más antiguo en funcionamiento continuo de la NFL desde 1957, es un verdadero templo para los amantes del fútbol americano y la historia deportiva. Caminar por el campo, entrar en las instalaciones y recorrer el museo fue revivir grandes momentos de una franquicia única, con cuatro títulos de Super Bowl en su palmarés (I, II, XXXI y XLV).

Pero el tour no se limitó al estadio. A pocos pasos, descubrimos Titletown, un vibrante distrito de entretenimiento que ofrece tiendas, restaurantes, un parque, pista de hielo y espacios para eventos, perfecto para disfrutar en familia o con amigos durante todo el año. La energía que se respira allí es contagiosa, y hace que cada visita sea más que un paseo, una auténtica celebración del espíritu deportivo y comunitario.

Nuestro recorrido fue personalizado y nos llevó desde las gradas hasta el césped sagrado donde cada domingo los Packers escriben historia. 

Además de conocer la historia del equipo fundado en 1919 —el único de la NFL propiedad de sus propios fanáticos—, visitamos el museo interactivo del estadio, con objetos, trofeos, cascos, fotos y momentos memorables de los grandes como Vince Lombardi, Bart Starr, Brett Favre y Aaron Rodgers. Cada rincón guarda una anécdota y una pasión que se transmite sin necesidad de traducción.

Titletown, el distrito que rodea al estadio, es un verdadero polo de entretenimiento. Restaurantes, cafés, tiendas, una pista de patinaje y hasta un parque para deslizarse en trineo durante el invierno. Todo está pensado para que el fanático (y su familia) disfruten todo el año.

Esta visita me hizo pensar en el fervor con el que en Argentina vivimos el fútbol, y cómo, pese a las diferencias, la pasión por el deporte une a comunidades de todo el mundo. Mientras recorría Lambeau Field, recordé aquel famoso sketch de Abbott y Costello sobre "Who’s on first?" y sonreí al pensar que, en definitiva, todos hablamos el mismo idioma cuando el deporte está en juego.

Green Bay y sus joyas, desde el estadio hasta sus barrios y alojamientos, ofrecen una experiencia única que recomiendo a cualquier viajero, fanático o no, que quiera vivir la esencia de la NFL y la cultura de esta vibrante ciudad americana.