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México y la industria de cruceros acuerdan una tarifa gradual por pasajero: comenzará en $5 y llegará a $21 en 2028
Tras meses de intensas negociaciones, el gobierno de México y la industria de cruceros lograron un acuerdo que establece una nueva tarifa por pasajero, que será implementada de manera gradual a partir del 1 de julio de 2025. Bajo este esquema, los pasajeros que lleguen en cruceros a puertos mexicanos pagarán inicialmente $5, cifra que aumentará progresivamente hasta alcanzar los $21 por persona en agosto de 2028.
Este acuerdo reemplaza la polémica propuesta inicial de $42 por pasajero anunciada a finales de 2024, que había generado una fuerte reacción en el sector por el impacto que tendría sobre la competitividad de los puertos mexicanos frente a otros destinos del Caribe.
El calendario de incrementos será el siguiente:
- $5 por pasajero a partir del 1 de julio de 2025, vigente durante 13 meses.
- $10 desde el 1 de agosto de 2026.
- $15 desde el 1 de julio de 2027.
- $21 desde el 1 de agosto de 2028.
La tarifa aplicará a todos los pasajeros que arriben a destinos emblemáticos como Cozumel, Puerto Vallarta y Cabo San Lucas, entre otros. Estas ciudades reciben millones de cruceristas cada año, posicionando a México como uno de los destinos más visitados por cruceros en el hemisferio occidental.
Las compañías aún no han confirmado si el nuevo costo será trasladado directamente a los pasajeros o absorbido como parte de sus estrategias tarifarias, aunque agradecieron que la aplicación sea progresiva, ya que les permite ajustar sus operaciones y planificar itinerarios con mayor anticipación.
El acuerdo fue reportado inicialmente por Cruise Week y ampliado por Seatrade Cruise News, destacando el papel clave de la Florida-Caribbean Cruise Association (FCCA) en las negociaciones. Para México, representa una vía para generar ingresos sostenibles en uno de sus sectores turísticos más relevantes, al tiempo que se mantienen precios competitivos para las líneas navieras.
Este compromiso reafirma la importancia del diálogo entre el sector público y privado para garantizar un desarrollo turístico equilibrado, sostenible y beneficioso para todas las partes.