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Política

Elecciones en Venezuela: Cierre de campañas marcado por la esperanza y las amenazas de violencia

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    Elecciones en Venezuela Cierre de campañas marcado por la esperanza y las amenazas de violencia
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América
Categoría:
Política
Autor/es:
Por Raúl Zapata
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El próximo domingo, Venezuela se enfrenta a unas elecciones cruciales, donde los votantes decidirán entre la continuidad del presidente Nicolás Maduro y la posibilidad de un cambio con la oposición. Estas elecciones se llevan a cabo en un clima de alta tensión y amenazas, con una historia reciente de denuncias de fraude y persecución política.

Durante su campaña de cierre, Maduro ha lanzado una advertencia alarmante, afirmando que si la oposición gana, el país podría caer en un "baño de sangre" y una "guerra civil"​​. Esta declaración subraya el clima de violencia y miedo que ha caracterizado las elecciones en Venezuela. Según Maduro, la oposición democrática está planeando un apagón eléctrico para influir en los resultados electorales, en un país que ya sufre una crisis eléctrica crónica desde hace más de una década​ .

Por otro lado, la oposición, representada por Edmundo González Urrutia, ha denunciado reiteradamente el sabotaje y la represión que enfrenta. María Corina Machado, una figura prominente de la oposición, ha sido víctima de ataques directos y su equipo ha sufrido detenciones y sabotajes, incluyendo el vandalismo de sus vehículos durante actos de campaña​ ​. Machado ha afirmado que el gobierno de Maduro recurre a la violencia porque sabe que ha sido derrotado espiritualmente y moralmente.

El futuro de los venezolanos está en juego. Este domingo, los votantes decidirán si reeligen al presidente Nicolás Maduro, cuyos 11 años en el poder se han visto marcados por crisis económicas y sociales, o si dan a la oposición una oportunidad para cumplir su promesa de revertir las políticas del gobierno que han causado un colapso económico y han obligado a millones de personas a emigrar.

Los partidos de una oposición tradicionalmente dividida se han unido en torno a un único candidato, Edmundo González Urrutia, lo que plantea al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) su mayor desafío electoral en varias décadas. La campaña culminó el jueves con enormes manifestaciones en Caracas tanto por parte de los seguidores de Maduro como de González.

En el pasado, Maduro y sus aliados han superado los desafíos inhabilitando a rivales para presentarse a las elecciones y tachándoles de elitistas desconectados de la realidad y alineados con potencias extranjeras. Pero esta vez, el partido en el gobierno ha permitido que la Plataforma Unitaria, la coalición de los principales partidos de oposición, participe en los comicios.

Un acuerdo que permitió participar a la oposición le dio a Maduro algo de alivio sobre las asfixiantes sanciones económicas impuestas por Estados Unidos. Sin embargo, este alivio fue breve. El gobierno del presidente Joe Biden restituyó las sanciones debido a la creciente represión del gobierno sobre adversarios reales o percibidos, lo que incluyó vetar la candidatura de la estrella opositora María Corina Machado.

María Corina Machado, a pesar de estar inhabilitada para participar, sigue siendo una figura central en la campaña. La exlegisladora se convirtió en una estrella de la oposición en 2023, movilizando a millones de venezolanos con sus críticas a la mala gestión y la corrupción del gobierno. Aunque el gobierno de Maduro declaró ilegales las primarias y emitió órdenes de arresto para varios de sus seguidores, Machado ha seguido haciendo campaña y apoyando a González, convirtiendo el veto a su candidatura en un símbolo de la pérdida de derechos que muchos votantes han sentido durante más de una década.

González, un exembajador sin experiencia previa en cargos públicos, ha prometido una reforma económica que haga regresar a los millones de venezolanos que han emigrado desde que Maduro se convirtió en presidente en 2013. La popularidad de Maduro se ha reducido debido a la crisis económica, la corrupción y la mala gestión del gobierno, aunque aún cuenta con el apoyo de un sector de seguidores acérrimos, conocidos como chavistas.

Más de 21 millones de venezolanos están registrados para votar, pero se espera que el éxodo de más de 8 millones de personas debido a las prolongadas crisis —incluidos unos 4 millones de votantes— reduzca el número de posibles votantes a unos 17 millones. Votar es obligatorio y se hace con máquinas electrónicas. Sin embargo, las restricciones y los altos costos para registrarse han limitado significativamente la capacidad de los venezolanos en el exterior para votar.

Las crecientes medidas contra la oposición hicieron que el gobierno de Biden reinstaurase este año las sanciones que había suspendido en octubre. Un comité respaldado por Naciones Unidas que investiga las violaciones de derechos humanos en Venezuela ha reportado un incremento de la represión del gobierno contra críticos y opositores antes de los comicios, lo que ha incluido detenciones, vigilancia, amenazas y procesos penales arbitrarios.

El domingo, los venezolanos tendrán la oportunidad de decidir el rumbo de su país, enfrentándose a una elección crítica entre la continuidad de Maduro y la posibilidad de un cambio prometido por la oposición unificada.