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United Airlines se asocia con la NOAA para monitorear la contaminación a gran altitud
En una colaboración innovadora, el gobierno de EE.UU. y United Airlines han acordado usar un avión comercial para monitorear gases de efecto invernadero en la atmósfera. Este proyecto, una primicia en su tipo, ampliará significativamente el conocimiento científico sobre la contaminación que contribuye al calentamiento global.
El acuerdo con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) permitirá equipar un Boeing 737 con instrumentos para medir dióxido de carbono, metano, óxidos de nitrógeno y otros gases mientras realiza vuelos comerciales en el país. Esta iniciativa es una de las destacadas por la Casa Blanca en su cumbre sobre "supercontaminantes", gases que generan mucho más calentamiento que el dióxido de carbono.
Sarah Kapnick, científica jefe de NOAA, destacó que este proyecto ofrecerá una visión detallada de los gases en diferentes niveles de la atmósfera, comenzando en la primavera del próximo año. El avión tomará mediciones continuas mientras vuela entre ciudades, a diferentes altitudes y rutas, proporcionando datos valiosos que mejorarán la comprensión sobre la distribución y el comportamiento de estos gases.
Kapnick señaló que, aunque ya se recogen datos de dióxido de carbono cerca del suelo y mediante satélites, hay una falta de información en otros niveles de la atmósfera. La implementación de este sistema en vuelos comerciales podría cuadruplicar los datos disponibles anualmente, superando los obtenidos por vuelos de investigación privados.
El equipo de monitoreo, que pesa 45 kg, se instalará en el fuselaje del avión, una ubicación optimizada tras evaluaciones con Boeing. Este enfoque es similar al usado por las aerolíneas para recopilar datos meteorológicos en colaboración con el Servicio Meteorológico Nacional.
El sistema también permitirá comprender mejor el ciclo de vida del metano, un gas de efecto invernadero especialmente dañino, y detectar rápidamente fugas importantes que los satélites podrían tardar días en identificar. Además, ayudará a las aerolíneas a minimizar la formación de estelas de condensación, nubes que contribuyen al calentamiento al atrapar el calor en la atmósfera.
La cumbre de supercontaminantes de la Casa Blanca también anunciará otros esfuerzos, como la implementación de sistemas de monitoreo de ozono en embajadas y consulados de EE.UU., y la divulgación de datos sobre fugas de metano de la industria del petróleo y gas.