Al llegar a Wisconsin, nuestra primera parada fue la emblemática sede central y planta de SC Johnson, en Racine. Fundada en 1886 por Samuel Curtis Johnson Sr., esta empresa familiar comenzó con la fabricación de ceras para pisos y hoy es un gigante global presente en más de 70 países, con marcas reconocidas como Windex, Scotch, Glade, OFF!, Raid y Ziploc, que llegan a consumidores en más de 110 naciones.

La visita nos permitió recorrer el histórico Administration Building, diseñado por el célebre arquitecto Frank Lloyd Wright y terminado en 1939. Este edificio, vivo y en uso, destaca por sus columnas “lily pad” y por ser uno de los primeros en contar con aire acondicionado, símbolo de la innovación permanente que caracteriza a SC Johnson. A pocos metros se alza la imponente Research Tower, otra obra maestra de Wright, concebida como un rascacielos para investigación que responde al deseo de elevar la innovación a nuevas alturas.

Uno de los momentos más memorables fue el ingreso a Fortaleza Hall, un edificio moderno diseñado por Foster + Partners, que alberga una réplica del avión anfibio Sikorsky S-38 con el que H.F. Johnson Jr., tercera generación de la familia, emprendió en 1935 un épico viaje de más de 15,500 millas hasta Brasil en búsqueda de la valiosa cera de carnaúba. Este hall, certificado LEED Oro, combina arquitectura sustentable, jardines verticales y una exposición que celebra la historia y el espíritu aventurero de la empresa.

El tour también incluyó un recorrido audiovisual en el Golden Rondelle Theater, con documentales que narran la saga familiar, la innovación constante y el compromiso ambiental que definen a SC Johnson, hoy en manos de la quinta generación, que continúa el legado con una visión moderna y sostenible.

Wisconsin nos invita a descubrir un paraíso natural y cultural. Con mil millas de costa entre los Grandes Lagos y el río Mississippi, quince mil lagos interiores, y casi la mitad del estado cubierta por bosques, ofrece infinitas opciones para el kayak, pesca, senderismo, ciclismo y esquí. Sus carreteras panorámicas llevan a destinos donde la comunidad y la creatividad son protagonistas, con más de 250 icónicos Supper Clubs, edificios diseñados por Frank Lloyd Wright y una gastronomía que combina tradición e innovación, desde platos culturales hasta propuestas farm-to-table.

En resumen, la experiencia en Racine y Wisconsin es una invitación abierta a vivir la historia, la arquitectura, la naturaleza y la cultura en una perfecta armonía de aventura y tradición.