Taiwán continúa consolidando su liderazgo económico internacional al escalar dos posiciones y ubicarse en el sexto lugar del Ranking de Competitividad Mundial IMD 2025, según el informe anual del Instituto Internacional para el Desarrollo Gerencial (IMD), con sede en Suiza.

Este ascenso posiciona a Taiwán entre las seis economías más competitivas del mundo, superando a 63 de las 69 economías evaluadas. Además, el país asiático se mantiene por quinto año consecutivo como la economía más competitiva del mundo entre las naciones con más de 20 millones de habitantes.

Desempeño económico en alza

El avance se atribuye en gran parte al notable salto de Taiwán en la categoría de desempeño económico, donde escaló 16 posiciones para ubicarse en el décimo lugar. El impulso provino especialmente del subfactor “economía interna”, en el cual pasó del puesto 13 al 4. Este crecimiento se vio reflejado en indicadores clave como el PIB real per cápita, que aumentó un 4,68 %, escalando 28 lugares hasta llegar al cuarto puesto global.

Asimismo, Taiwán mejoró significativamente en comercio internacional, subiendo del puesto 48 al 30. Este crecimiento fue impulsado por un aumento del 9,72 % en las exportaciones de bienes (posición 8) y del 8,95 % en servicios (posición 28).

Fortaleza sostenida en otras áreas

Taiwán también demostró solidez en otras categorías clave del índice. Avanzó dos lugares en eficiencia empresarial, alcanzando el cuarto puesto, y se mantuvo estable en eficiencia gubernamental (puesto 8) y infraestructura (puesto 10), confirmando su equilibrio en los pilares que sustentan la competitividad a largo plazo.

Desafíos para el futuro

El informe destaca que, a pesar del progreso, Taiwán enfrenta desafíos significativos en 2025. Entre ellos, la necesidad de profundizar la cooperación internacional para mejorar su posicionamiento en la cadena de valor global, diversificar sus mercados de exportación para fortalecer la resiliencia económica, y acelerar la integración de la inteligencia artificial con las industrias para aumentar la productividad y la competitividad.

El Consejo Nacional de Desarrollo (NDC) de Taiwán, que colaboró en la identificación de estos retos, aseguró que el gobierno seguirá utilizando las métricas del IMD como referencia clave para orientar futuras reformas políticas, especialmente ante un contexto global marcado por nuevas tensiones comerciales y políticas arancelarias, como las impulsadas por Estados Unidos.

Con este ascenso, Taiwán refuerza su imagen como un actor estratégico de la economía mundial y como un modelo de resiliencia, innovación y crecimiento sostenible.