Franco Colapinto volvió a subirse a un Fórmula 1 y lo hizo con la templanza de un piloto que entiende su momento. En un circuito clásico como Imola y en un fin de semana cargado de presión, el joven argentino no sólo cumplió con lo que su equipo le pidió: fue más allá. Ganó respeto en pista, mostró madurez técnica y dejó señales concretas de que su lugar en la elite del automovilismo no es un premio, sino una apuesta sólida.

Desde el box de Alpine, donde debutó en prácticas oficiales este viernes, Colapinto se centró en seguir al pie de la letra un programa diseñado para evaluar su adaptación. Primero, asentarse en el monoplaza. Luego, acelerar. Y en ese segundo paso, entregó lo mejor: se metió entre los 13 mejores tiempos en la segunda tanda de entrenamientos, superando nada menos que a Fernando Alonso.

En las prácticas del Gran Premio de Emilia Romagna, el corredor de 21 años nacido en Pilar logró una progresión evidente. Fue 17º en la primera sesión, y luego escaló cuatro puestos para ubicarse 13º. Su evolución no fue casual: cuando el Alpine comenzó a responder, Colapinto también lo hizo. Incluso llegó a girar en ritmo de Top 10, ubicándose 10º en uno de sus mejores stints con gomas medias.

Más allá de los tiempos, hubo dos momentos que mostraron su determinación. El primero, cuando sorprendió a Max Verstappen en plena pista al acelerar donde el campeón del mundo esperaba que lo dejara pasar. El segundo, cuando batalló rueda a rueda con nombres fuertes como Russell y Norris sin cometer errores ni desbordes. Ganó kilómetros, confianza y respeto. También esquivó sin problemas un incidente investigado con Fernando Alonso, que no pasó a mayores.

El contexto no es menor. Alpine llegó a Imola con una versión competitiva y la referencia interna, Pierre Gasly, marcó el tercer mejor tiempo en la segunda tanda, solo por detrás de los McLaren. Colapinto no estuvo lejos de su compañero: llegó a estar a tres décimas del francés y se mantuvo a menos de un segundo de los punteros en condiciones similares.

En un fin de semana donde los McLaren se perfilan como favoritos, y con los Mercedes, Red Bull y Ferrari midiendo cada milímetro, Alpine aprovechó las prácticas para evaluar su futuro. Y Colapinto, con serenidad y buen manejo, dejó claro que está listo para dar el salto cuando le toque.

Lo que hizo este viernes no es menor. En una Fórmula 1 donde cada milésima vale oro, Franco mostró que puede manejar la presión, ejecutar un plan técnico y competir con nombres pesados. Todo en apenas dos sesiones de entrenamientos.