La celebración del Super Bowl LIX, que comenzó la noche del domingo en Nueva Orleans, tomó un giro mágico el lunes cuando el MVP del partido, Jalen Hurts, disfrutó de un día inolvidable en Walt Disney World Resort en Florida.

Cumpliendo con la icónica tradición de la NFL, Hurts pronunció la famosa frase “I’m Going to Disney World!” en el comercial de Disney que se emitió a nivel nacional en televisión y redes sociales. De inmediato, el mariscal de campo estrella de los Philadelphia Eagles viajó desde la ciudad del jazz hasta “El Lugar Más Mágico del Mundo” para celebrar su triunfo.

Acompañado de familiares y amigos, Hurts recorrió el parque Magic Kingdom, disfrutó de sus principales atracciones, interactuó con los personajes más queridos de Disney y desfiló en un colorido desfile por Main Street, U.S.A.

Esta celebración marcó el cierre perfecto para la victoria de los Philadelphia Eagles, quienes vencieron a los Kansas City Chiefs con un marcador de 40-22 en el Super Bowl LIX, disputado en el Caesars Superdome de Nueva Orleans. Hurts tuvo una actuación destacada, registrando tres touchdowns y estableciendo un nuevo récord de yardas por tierra para un mariscal de campo en un Super Bowl, ayudando a su equipo a vengar la derrota sufrida ante los Chiefs en el Super Bowl de hace dos años.

El desempeño de Hurts y su visita a Disney evocaron la tradición que comenzó en 1987, cuando Phil Simms, mariscal de campo de los New York Giants, fue el primero en declarar su intención de visitar Disney World tras ganar el Super Bowl. Desde entonces, muchas de las más grandes estrellas de la NFL han celebrado su victoria con este viaje emblemático, consolidándolo como una de las costumbres más esperadas del fútbol americano.