En un resultado electoral que ha sacudido el panorama político catalán, el Partido Socialista de Cataluña (PSC), liderado por Salvador Illa, ha conquistado la victoria al asegurarse 42 escaños en el Parlament. Esta victoria, que se traduce en un hito histórico para el PSC, ha llegado en un momento en que el independentismo no alcanza la mayoría absoluta, una vez contabilizado más del 98 % de los votos.

El partido de Illa superó a Junts, encabezado por Carles Puigdemont, que logró 35 escaños, mientras que Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), bajo el liderazgo de Pere Aragonès, sufrió una pérdida significativa al reducirse a 20 escaños, perdiendo 13 respecto a la legislatura anterior. Por otro lado, el Partido Popular (PP) experimentó un aumento notable al sumar 12 escaños, alcanzando un total de 15, superando así a Vox, que mantuvo sus 11 escaños. Comuns Sumar se quedó con seis escaños, disminuyendo desde los ocho que tenía previamente, mientras que la CUP obtuvo cuatro escaños, cinco menos que en la última legislatura. Además, Aliança Catalana, liderada por la alcaldesa de Ripoll, Silvia Orriols, irrumpió en el Parlament con dos escaños.

Estos resultados también confirman la ausencia de Ciudadanos en el Parlamento catalán, marcando así un cambio significativo en el panorama político regional.

El Parlament de Cataluña está compuesto por 135 escaños, y la mayoría absoluta se sitúa en 68.

Salvador Illa ha anunciado su intención de presentarse como candidato a la presidencia de la Generalitat, declarando que su victoria marca el comienzo de una "nueva etapa" para Cataluña. En medio de cánticos de apoyo, Illa afirmó que es la primera vez en la historia que el PSC se alza como ganador en votos y escaños en unas elecciones catalanas.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, felicitó a Illa por este "histórico resultado", destacando que se abre una "nueva etapa" en Cataluña para mejorar la vida de los ciudadanos y fortalecer la convivencia.

Estas elecciones, que han dejado un Parlament sin mayoría independentista, se llevaron a cabo con una participación cercana al 58 %, lo que representa un aumento significativo con respecto a los comicios anteriores, a pesar de las restricciones de movilidad debido a la pandemia.

Con el 99 % de los votos escrutados, más de 3,1 millones de catalanes emitieron su voto, mientras que más de 2,2 millones se abstuvieron, en parte debido a la incidencia en la red de Rodalies de Cataluña, que afectó la circulación de trenes de larga distancia.

Estos resultados electorales marcan un momento crucial en la historia política de Cataluña, con el PSC emergiendo como una fuerza dominante en el Parlament y el panorama político catalán experimentando un cambio significativo con la ausencia de una mayoría independentista.