Una vez pasadas las elecciones de primera vuelta quedaron solo dos candidatos en Colombia para suceder a Iván Duque quien termina su mandato el 7 de agosto. Los contrincantes ajustan sus estrategias de cara a las votaciones del 19 de junio tanto  el izquierdista Gustavo Petro salió primero con 40.32%  de los votos  como el antisistema Rodolfo Hernández que obtuvo 28%.

De uno y otro lado de las campañas salen a la caza de los votos. El que más confianza se tiene es Hernández quien tiene como horizonte recoger 5 millones de votos, que provendrían de una ciudadanía cansada de la tradición política. A esto se le suma los apoyos del antipetrismo. 

El ingeniero Rodolfo , tal cual se lo llama, recibe los apoyos en redes sociales y casi prescindiendo de la campaña política y los debates, se lo ha simplificado como “el Trump colombiano” sustentado por sus maneras directas de decir las cosas, sus ideas de rebaja de impuestos, su actividad empresarial, su aversión a la clase política y la edad, el candidato tiene 77 años. 

En la otra orilla está Gustavo Petro de 62 años, quien tiene un pasado como guerrillero del M19, aunque su vida política lo ha llevado a ser alcalde de Bogotá y senador nacional. Su eje se basa en propuestas ambientales y de algunas ideas de tintes socialistas. En años pasados ha manifestado su apoyo al modelo venezolano encarnado por el ex presidente Chávez. Su figura, tiene aceptación en jóvenes de clase media y media baja y en sectores del interior, aunque es el candidato que figura con mayor imagen negativa. Es por eso que está reclamando que haya mayor participación ciudadana y así alcanzar una meta de 10 millones de votos que según sus asesores le otorgaría el triunfo