Recién llegado a Barcelona, desde Buenos Aires, el joven Martín Heredia de 15 años, le pidió a su mamá Natalia que le comprara un violín porque tenía ganas de aprender a tocarlo. El interés le surgió espontáneamente ya que en su familia no hay músicos y él mismo nunca había tenido algún instrumento. Solo había escuchado música clásica en su casa, con sus padres, a quienes siempre les ha gustado disfrutar de ese género. 

Una vez que tuvo su violín, Martín comenzó a practicar durante ocho horas diarias a través de tutoriales de Youtube y luego, tres meses después, sus padres decidieron enviarlo a la escuela de música del Palau, un lugar emblemático en la formación de músicos, para que empezara su proceso formal de aprendizaje. 

Su evolución fue tan sorprendente que, a los tres meses de asistir, la profesora de violín lo llamó a su padre para contarle su asombro por lo que ella calificó como “un caso que nunca había visto en su vida”. Le explicó que Martín tenía una capacidad de asimilación “muy rápida e inusual “ teniendo en cuenta que no contaba con los años necesarios de estudio y experiencia  para la práctica del instrumento. 

Dos meses después de aquella revelación de su profesora, Martín se presentó a una prueba por una plaza en una escuela municipal de música de Barcelona. En ella participó junto con otros chicos que llevaban muchos años de estudio, sin embargo, y pese a esa desventaja, logró adjudicarse el primer lugar con calificación…¡10! Cuando los examinadores de aquella prueba supieron que se trataba de un chico que recién comenzaba a tocar el violín se sorprendieron a tal punto que le dijeron a Martín “¡Eres increíble, de dónde has salido!”

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Ahora está trabajando aproximadamente ocho horas por día con el objetivo de ingresar al Conservatorio de Música de Barcelona. En la actualidad, interpreta de manera exitosa piezas como los conciertos de Vivaldi y las sonatas y partitas de Bach, para solo de violín, que requieren de muchos años de estudio como para lograr hacerlo, lo que convierte su caso en un hecho realmente asombroso.

Sus padres dicen que Martín “vive para la música” ya que practica, escucha y mira videos de violinistas consagrados durante todo el día. Él, por su parte, mantiene el sueño de convertirse en un solista profesional del violín, el instrumento que aprendió a amar en muy poco tiempo. 

INSTAGRAM de MARTIN HEREDIA : @martintomi_h