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La memoria de Indro Montanelli fue envuelta en la polémica "Guerra de las Estatuas"
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Vandalizan la estatua dedicada al periodista Indro Montanelli en Milán.
Aislar en la vida de un personaje una oración, un episodio, un aspecto incorrecto y en nombre de ese detalle particular, independientemente del contexto, todo se borra y se maldice todo lo demás, hasta que se rompe o decapita su memoria. Esto se ha pretendido con el ataque a la memoria de Indro Montanelli, quien no puede ahora defenderse como lo supo muy bien hacer en vida, habiendo incluso escapado a la irracionalidad de las Brigadas Rojas.
Indro Montanelli permanece silencioso en uno de los accesos al “Giardino Palestro “a pocos metros del lugar en que durante en vida fue victima de un atentado por parte de las “Brigate Rosse”.
Milán no tiene espacios verdes en su zona céntrica y el “ Giardino Palestro “, que lleva el nombre de Indro Montanelli, es para muchos de los que vivimos en la zona, el inmenso jardín de casa que nos deslumbra por sus colores en Primavera y en Otoño y que en el Verano permanece desierto como todo el resto de la ciudad.
En 1935, Italia invadió Etiopía. Montanelli que trabajaba como periodista para la American United Press, se propuso como enviado en la zona de guerra, pero la agencia no dio su consentimiento porque, siendo italiano, no podía ser objetivo en su trabajo, por lo que dejó el periódico y se ofreció como voluntario.
En los ojos de todos los italianos brillaba el sueño de que el fascismo estaba devolviendo a Italia, las glorias de la antigua Roma imperial; el “Duce” le estaba dando a Italia un pedazo de África, el lugar tan soñado bajo el sol.
En Abril de 1935 Indro Montanelli partió hacía el continente africano seducido, como tantos otros jóvenes italianos, por este sueño.
A su llegada a África a Montanelli, le fue asignado el XX Batallón de Eritrea, ubicado en la zona salvaje de Saganeiti.
El “sciumbasci” Gabèr Hishia consiguió una joven esposa para el oficial italiano, Destà, de apenas doce años. Era el entonces llamado sistema de “madamato”.
Durante dos años Desta llegaba hasta su esposo italiano dondequiera que él estuviera con una canasta de ropa limpia sobre su cabeza, la vaciaba, la llenaba con otra sucia y se iba , para reaparecer 15 días después.
Indro Montanelli, intransigente y anticonformista representa una de la voces más importantes del periodismo italiano y es uno de los testigos más importante del mundo de siglo XX.
Inicialmente partidario de los ideales fascistas luego se volvió crítico con el régimen y fue excluido del registro de periodistas. Emigró entonces a Estonia y fue director del Instituto Cultural Italiano en Tallin. Al regresar a Italia, fue contratado por el Corriere della Sera (1938) y trabajó como reportero en varios países europeos. En 1943, después del colapso del régimen fascista, se unió al movimiento “partigiano” “Giustizia e Libertà”y fue capturado y encarcelado por los alemanes. Dejó el “ Corriere della Sera” en 1973, junto con otros colaboradores para fundar Il “Giornale Nuovo” (desde 1983, Il Giornale) en 1974. Los desacuerdos que siguieron a la entrada en la política de Berlusconi (1994), que financiaba el diario hacía con quien tuvo posiciones fuertemente críticas, lo llevaron a abandonar Il Giornale y dar vida a un nuevo periódico, La Voce, que sin embargo en el Abril de 1995 fue cerrado. Montanelli luego volvió a escribir para Corriere della Sera, donde mantuvo la columna “La stanza di M., y para el semanario Oggi.
El talento de Montanelli fue reconocido y premiado también en el exterior, en Finlandia, Estados Unidos, donde fue reconocido como mejor periodista internacional, y España, Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 1996 ( ex-aequo con Julian Marias) . Entrevistó además a personajes como Winston Churchill, Charles de Gaulle, Luigi Einaudi y all papa Juan XXIII , escribió importantes libros y fue miembro de honor de “ L’ Accademia della Crusca” , la institución lingüística más prestigiosa de Italia.
Tras la controversias surgidas después de la muerte de George Floyd, la estatua de Indro Montanelli se había convertido en el centro de atención ; el grupo de “laicos y antifascitas “ Sentinelli había solicitado formalmente al Alcalde Sala la remoción de la estatua y el cambio de nombre para el “jardín “ de Porta Venezia.
"Creemos que es hora de decir basta a este delito contra la ciudad y sus valores democráticos y antirracistas. Llamamos a toda la junta para evaluar la hipótesis de quitar la estatua, para nombrar los Jardines Públicos con el nombre de alguien que sea más digno de representar la historia y la memoria de nuestra ciudad. Medalla de Oro de Resistencia ".
El sábado 13 de Junio 2020, 85 años después de la permanencia de Montanelli en Etiopía, a las 22.20 la estatua de Montanelli apareció cubierta de pintura roja , escritas en su base las palabras “"Razzista, stupratore". ( Racista violador)
En nombre de la defensa de la igualdad y contra el racismo cayeron las estatus de Cristóbal Colón en Houston, Texas, después de la de Minneapolis. Y antes de él en el Reino Unido fue el turno de Edward Colston, un comerciante filántropo de Bristol que, sin embargo, también se enriqueció con el comercio de esclavos en el siglo XVII y tampoco se ahorraron agravios contra Winston Churchill.
"Si no fuera dramático, solo sería grotesco", fue el comentario del gobernador de Liguria Giovanni Toti sobre la furia contra Colón.
Hay quienes hablan de un proceso de “ desinfección “ de la historia como una continuación del sistema “totalitario “ de la sanidad vivido en los últimos meses , asociando las drásticas medidas impuestas durante el “lock down “ con este movimiento contra la memoria histórica.
El periodista Robero Vivaldelli expresa que la furia “iconoclasta” de estos nuevos “ cruzados del “politically correct “ no es diferente a la de otros fundamentalismos o a las amenazas de Trump de bombardear sitios iraníes.
El profesor Massimo D’Antoni por su parte expresó que "querer aplicar los criterios éticos actuales al pasado significa carecer de un sentido de la historia".
Pierluigi Battista en el Corriere della Sera define de este modo a los nuevos defensores del “politically correct” : "Entre los nuevos fanáticos de la censura, de la iconoclasia, de la quema de libros y películas, el pasado del arte, la cultura y el pensamiento no debe estudiarse, representarse, examinarse, criticarse, debe “superarse” , es decir, destruirse, cancelarse, purgarse , debe ser “recontextualizado” , que es exactamente lo contrario de la contextualización correcta de un texto, una obra, una idea, una palabra: eso es lo que normalmente se hace sin la necesidad de demoler estatuas como los talibanes “.
Aislar en la vida de un personaje una oración, un episodio, un aspecto incorrecto y en nombre de ese detalle particular, independientemente del contexto, se borra. Esto se ha pretendido con el ataque a la memoria de Indro Montanelli, quien no puede ahora defenderse como lo supo muy bien hacer en vida, habiendo incluso escapado a la irracionalidad de las Brigadas Rojas.
En 1952 Indro Montanelli regresó a Etiopia y en Saganeiti volvió a encontrar a Desta quien se había casado con su antiguo “sciumbasci” Gabèr Hishia. Montanelli fue invitado a almorzar y le dijeron tener una sorpresa .Trajeron a un joven de unos catorce años, alto, delgado y con una gran nube de cabello negro que parecía volar sobre una gruesa frente oscura. Era el hijo de ambos, al cual habían llamado en su honor Indro.