El tradicional entrenamiento navideño de puertas abiertas de los jugadores del Barcelona volvió a congregar a miles de aficionados y en especial niños y niñas. "Messi quédate", fue el grito más repetido a lo largo de la hora larga que duró la sesión.
Asistieron más de 10 mil personas, la Pulga marcó un verdadero golazo en un fútbol reducido. Un golazo al que no le faltó nada: rivales “humillados” y hasta una definición pocas veces vista.
La jugada comienza con un pase largo de Javier Mascherano y un posterior taco de Luis Suárez para habilitar a Leo. Cuando el N°10 tomó la pelota, comenzó la magia. Dejó en el suelo a Samuel Umtiti, eludió a Sergi Roberto y, con un ángulo cerrado, definió de tal forma que la pelota pasó entre las piernas del arquero y de un defensor que cerraba. Golazo.