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Madrid, una ciudad abierta al mundo
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¿Será por sus calles, su cultura o sus cañas? No lo sabemos. Lo cierto es que Madrid es una de las ciudades europeas más atractivas para estudiantes universitarios internacionales y España el 3er país europeo de destino de jóvenes extranjeros
Estudiar en Madrid implica cruzarse con jóvenes de distintas partes del mundo que la eligen para comenzar o continuar sus estudios universitarios. Muchos provienen de otras partes de Europa, de Asia y se estima que cerca del 36% de los alumnos extranjeros proceden del continente americano. Dentro de este último grupo, más del 40% son latinoamericanos.
Kendrick es mexicano y llegó por primera vez a Madrid en el 2011 por un intercambio universitario. Estudiaba Ciencias de la Computación, y a través de un convenio entre Latinoamérica y España, pudo realizar la finalización de su cursada en la Universidad Autónoma de Madrid. Al terminar la carrera buscó quedarse en la ciudad europea, que ya lo había conquistado, y realizó un máster de Inteligencia Artificial en la Universidad Politécnica de Madrid. Al ser consultado acerca de qué lo atrajo de Madrid, Kendrick no dudó en responder, “es una ciudad que no duerme, siempre hay fiesta, siempre hay bares abiertos – y concluyó – creo que hay más bares que personas!”
Luz estudió Comunicación Social en Argentina y llegó a Madrid hace dos semanas para hacer un máster de periodismo audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos. Uno de los distintivos que tienen la mayoría de las carreras de grado y los másters en España, y suele ser lo que más les atrae a los estudiantes, son sus famosas y esperadas “prácticas”. Esto es, la posibilidad de conocer cómo se trabaja en las distintas empresas u organismos de interés de cada estudiante. Además de las ganas por conocer y aprender otras formas de trabajo, Luz eligió Madrid porque desde que la conoció se sintió atraída por sus calles, algunos de sus barrios como Lavapiés y La Latina, y su multiculturalidad.
Cada vez son más los jóvenes que llegan desde Latinoamérica aunque también se pueden encontrar estudiantes provenientes de Asia. Vishal es de la India y llegó a Madrid a fines de 2013 para realizar un doctorado en la Universidad Politécnica. “Lo que más me gusta de Madrid es que es una ciudad que tiene muy buena calidad de vida”, admitió.
La odisea habitacional
Uno de los primeros desafíos de los estudiantes al arribar a Madrid es conseguir alojamiento. La mayoría de ellos optan por la opción más económica, rentar una habitación en un piso compartido. Los precios oscilan entre los 250 y 500 euros por mes con gastos incluidos. Las variables de las que depende su costo se relacionan con la zona en la que se encuentra el piso y sus características. Cuántos ambientes tiene, si tiene o no tiene luz, cuántas ventanas hay, si tiene balcón, cuántos compañeros lo habitan, o la cantidad de baños. Los meses de septiembre y octubre, cuando comienza el año de cursada, resulta muy difícil conseguir habitación y en algunos casos los estudiantes se ven obligados a estirar su presupuesto inicial para no quedarse sin techo. Sin embargo, más costoso resulta acceder a un “estudio”, un piso pequeño para una sola persona, para lo que habría que pagar desde 700 euros al mes.
Ya sea por su diversa oferta cultural, su agitada vida nocturna o su cercanía con otras ciudades Europas, lo cual permite viajar y conocer otros lugares del continente a bajo costo, Madrid resulta ser, como dirían aquí, una ciudad “súper guay”. Y así lo demuestran año a año los jóvenes que deciden dejar sus lugares de origen y adentrarse en la aventura universitaria madrileña.