La democracia directa en Italia se enfrenta a una nueva crisis. Los cinco referendos celebrados este fin de semana sobre derechos laborales y ciudadanía fueron invalidados por no alcanzar el quorum del 50% del electorado. Solo un 30,6% de los italianos acudieron a las urnas, lo que dejó sin validez legal las consultas, pese al respaldo mayoritario a las propuestas.

El secretario general de la CGIL, Maurizio Landini, admitió el fracaso: “El objetivo no se alcanzó. Es una señal de crisis democrática”. El ex primer ministro Giuseppe Conte, en cambio, expresó respeto hacia quienes participaron en la votación.

La baja participación refleja una desconexión entre las instituciones y la ciudadanía. Organizaciones sindicales como la CGIL impulsaron con fuerza los referendos, que abordan temas centrales para el mundo del trabajo y los derechos de los migrantes. Sin embargo, el desinterés del electorado plantea serias dudas sobre la efectividad de estos mecanismos en el contexto político actual.

Mientras tanto, en paralelo a los referendos se celebraron elecciones locales en varias regiones, incluidas siete comunas de Cerdeña, donde sí se alcanzaron niveles de participación más altos.