Región:
Asia
Categoría:
Política

Vietnam consolida su posición para convertirse en una economía de altos ingresos

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    Vietnam consolida su posición para convertirse en una economía de altos ingresos

Hanói – Vietnam, una nación que alguna vez figuró entre las más pobres del mundo tras décadas de conflicto, está demostrando ser uno de los ejemplos más notables de transformación económica en el siglo XXI. Con un crecimiento sostenido, políticas ambiciosas y una visión estratégica a largo plazo, el país del Sudeste Asiático se posiciona firmemente en el camino hacia convertirse en una economía de altos ingresos antes del año 2045.

En tan solo tres décadas, Vietnam ha logrado reducir drásticamente la brecha de ingresos con potencias regionales y mundiales. Si a principios de los años noventa el ingreso per cápita de un vietnamita era 125 veces menor que el de un singapurense, hoy la diferencia se ha reducido a solo 24 veces. Casos similares se observan frente a países como Japón, Estados Unidos y los miembros de la OCDE.

Este avance se apoya en tasas de crecimiento del PIB que oscilan entre el 6% y 7% anuales, incluso en años de adversidad global como los marcados por la pandemia de Covid-19. En 2024, el crecimiento económico superó las expectativas oficiales y alcanzó un 7,09%. Más allá de las cifras, el país muestra una solidez estructural en áreas como manufactura, tecnología, servicios, construcción y exportaciones.

Vietnam también se ha transformado en un polo atractivo para la inversión extranjera directa (IED), gracias a su política de puertas abiertas, un entorno de negocios favorable y una fuerza laboral abundante y competitiva. Grandes multinacionales han establecido fábricas y centros tecnológicos en su territorio, reforzando el rol del país en la cadena global de valor. Hoy, Vietnam figura entre los mayores exportadores mundiales de productos electrónicos, textiles, calzado, mariscos y productos agrícolas.

Las alianzas estratégicas mediante tratados de libre comercio (como el RCEP, EVFTA o CPTPP) también han sido fundamentales para expandir mercados y reducir barreras comerciales. Estas acciones han permitido que las empresas locales crezcan, ganen competitividad y eleven el volumen de comercio exterior.

En el plano social, el país ha mostrado avances igual de sorprendentes. La tasa de pobreza cayó de más del 50% en los años ochenta a menos del 3% en la actualidad. En 2024, se estima una tasa de pobreza multidimensional de apenas 2,4%, un logro reconocido por la ONU como ejemplo para el desarrollo sostenible.

El impulso no se detiene. De cara al futuro, Vietnam apunta a mantener un crecimiento económico mínimo del 8% en 2025 y alcanzar una expansión de dos dígitos hacia la próxima década. Este objetivo se basa en una estrategia integral que incluye transformación digital, educación técnica, desarrollo de infraestructura, innovación y sostenibilidad ambiental.

El prestigioso informe del CEBR (Centro de Investigación Económica y Empresarial del Reino Unido) ubicó a Vietnam en el puesto 34 a nivel mundial por tamaño del PIB en 2024. Se estima que en 2029 superará a economías como Singapur, alcanzando los 676 mil millones de dólares. El FMI, por su parte, proyecta que para 2026 Vietnam ocupará el cuarto lugar en PIB per cápita dentro del grupo ASEAN-6, por encima de Indonesia y Filipinas.

Asimismo, ajustado por paridad de poder adquisitivo, el PIB de Vietnam se ubicaría entre los 25 más altos del mundo en 2024 y podría escalar al puesto 20 hacia finales de la década, consolidando su posición junto a gigantes económicos como China, EE. UU., India y Alemania.

Con determinación política, compromiso social y una visión transformadora, Vietnam se encamina a ser una potencia regional y global, redefiniendo el rol de los países emergentes en el siglo XXI. Si mantiene el rumbo actual, no solo alcanzará el estatus de economía de altos ingresos en 2045, sino que también inspirará a otras naciones en desarrollo a seguir su ejemplo.