El Papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano y una figura clave del siglo XXI por su estilo humilde, cercano y comprometido con los pobres y marginados, falleció este lunes a los 88 años en el Vaticano. La noticia fue confirmada por el cardenal Kevin Farrell, camarlengo de la Santa Sede, quien anunció: “A las 7:35 de esta mañana, el obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre”.

El Papa había participado públicamente por última vez el domingo de Pascua, cuando impartió su bendición “Urbi et Orbi” desde el balcón de la Basílica de San Pedro. A pesar de su frágil estado de salud tras una larga hospitalización por una neumonía, su aparición fue vista como un gesto de fortaleza espiritual.

Nacido como Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires, el 17 de diciembre de 1936, el Papa Francisco rompió moldes desde su elección en marzo de 2013. Fue el primer jesuita y el primer papa del hemisferio sur. Su elección se produjo tras la renuncia histórica de Benedicto XVI y marcó el inicio de una nueva era en la Iglesia Católica.

Su pontificado se caracterizó por una fuerte apuesta por la justicia social, el diálogo interreligioso, la defensa del medioambiente y la denuncia de las desigualdades económicas. También impulsó reformas internas, promovió una Iglesia “más pobre y para los pobres” y enfrentó con determinación los escándalos de abusos dentro del clero, aunque fue criticado por sectores conservadores y por grupos que reclamaban una mayor inclusión, como el de las mujeres en el ministerio sacerdotal.

El Vaticano inicia ahora el proceso tradicional conocido como sede vacante, que culminará con un cónclave para elegir al nuevo sucesor de Pedro. Durante estos días, miles de fieles podrán despedirse del Papa en el Vaticano, primero en la capilla de Santa Marta y luego en la Basílica de San Pedro.

Diversos líderes mundiales manifestaron su pesar. Desde Emmanuel Macron hasta Narendra Modi, pasando por Ursula von der Leyen, coincidieron en destacar su legado de compasión, justicia y humildad. El vicepresidente de EE.UU., JD Vance, quien lo visitó días atrás, escribió: “Mi corazón está con millones de cristianos en todo el mundo que lo amaban”.

Francisco será recordado como un papa que caminó con los excluidos, desafió al poder con ternura, y dejó una huella profunda en los corazones de creyentes y no creyentes.