En un día cargado de tensión y esperanza para la oposición venezolana, la líder María Corina Machado volvió a las calles de Caracas tras meses en la clandestinidad. Su aparición en el barrio de Chacao, al este de la capital, estuvo marcada por un vibrante discurso que despertó la esperanza de miles de seguidores, pero también por un violento episodio que expuso nuevamente la represión ejercida por el régimen de Nicolás Maduro.

Vestida de blanco y portando una bandera venezolana, Machado subió a un improvisado escenario entre una multitud que coreaba su nombre. “Hoy toda Venezuela salió a la calle. ¡No tenemos miedo!”, proclamó mientras la multitud, emocionada, cantaba el himno nacional. Con determinación, la líder opositora anunció: “A partir de hoy estamos en una nueva fase. Venezuela es libre, vamos a continuar”.

Machado, quien ha sido una voz clave contra el autoritarismo chavista, reapareció tras meses de amenazas y persecuciones, en un contexto de creciente represión que siguió a las elecciones presidenciales de 2024, denunciadas como fraudulentas. Su último acto público había sido en agosto, poco después de las elecciones en las que la oposición asegura que el régimen le “robó” la victoria al candidato Edmundo González Urrutia. Desde entonces, la ubicación de Machado se mantenía en secreto por motivos de seguridad.

A pesar de los intentos del régimen por acallar su voz, incluso subiendo al máximo el volumen de la música en una tarima cercana al lugar de la protesta, Machado logró hacer llegar su mensaje. Con su habitual firmeza, aseguró: “Derribamos todas las barreras que nos dividían. No hay otro país en el planeta tan unido como Venezuela”.

Sin embargo, la euforia de su discurso se transformó rápidamente en preocupación. Tras bajar del escenario, mientras se trasladaba en un convoy de motos escoltadas, agentes del régimen interceptaron su recorrido y abrieron fuego. Según testigos y su comando de campaña, hombres armados la derribaron al suelo, la subieron por la fuerza a una camioneta y se la llevaron.

“María Corina Machado fue interceptada y tumbada de la moto en la que se trasladaba. En el suceso detonaron armas de fuego. Se la llevaron retenida por la fuerza. Durante el periodo de su secuestro fue forzada a grabar varios vídeos y luego fue liberada”, informó el Comando Venezuela en un comunicado publicado en la red social X.

El episodio, que duró poco más de una hora, concluyó con la liberación de Machado. Aunque volvió sana y salva, el incidente dejó al país en vilo y generó una ola de condenas internacionales. Líderes de América Latina y otros países exigieron explicaciones al régimen de Maduro y garantías para la seguridad de la líder opositora.

El clima en Caracas durante el día había sido tenso. Las calles amanecieron tomadas por fuerzas de seguridad fuertemente armadas, mientras efectivos de inteligencia se desplegaron en puntos estratégicos para bloquear las manifestaciones opositoras. Además, se instalaron grandes tarimas con música a todo volumen en un intento por desviar la atención de los manifestantes.

La jornada marcó un nuevo capítulo en la lucha de la oposición venezolana contra el régimen de Maduro. Desde su regreso a la vida pública, Machado no ha cesado en su llamado a la unidad y la resistencia pacífica. En una entrevista reciente había declarado: “Si a mí me pasa algo, la instrucción es muy clara (...), nadie va a negociar la libertad de Venezuela por mi libertad”.

El episodio también refleja la delicada situación que vive Venezuela, un país marcado por la represión, las denuncias de fraude electoral y la persecución política. Las elecciones presidenciales de 2024 dejaron una profunda herida en la población, que enfrenta un régimen dispuesto a perpetuarse en el poder a cualquier costo.

El liderazgo de Machado y su capacidad para movilizar a las masas, incluso en medio de la adversidad, la han convertido en un símbolo de resistencia para los venezolanos. Su mensaje, pronunciado desde una tarima improvisada, resonó en cada rincón del país: “Ese día cambió la historia para siempre. El régimen se hundió”.

A pesar de los desafíos, la oposición sigue avanzando con una estrategia robusta, impulsada por figuras como María Corina Machado, que no teme enfrentar al miedo y al autoritarismo. Su breve pero impactante aparición dejó claro que la lucha por la libertad de Venezuela está lejos de terminar.