Edmundo González Urrutia, quien fue el principal rival de Nicolás Maduro en las controversiales elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, llegó a España el pasado domingo para solicitar asilo político. En un mensaje difundido a través de su equipo de prensa, el diplomático de 75 años aseguró que continuará su lucha por la "libertad y la democracia" de Venezuela desde el exilio.

"Confío en que próximamente continuaremos la lucha por lograr la libertad y la recuperación de la democracia en Venezuela", afirmó en un audio de 41 segundos.

González Urrutia, quien ha estado en la clandestinidad desde el 30 de julio, pasó un tiempo en la embajada de Países Bajos en Caracas antes de trasladarse a la embajada española el 5 de septiembre. El lunes, el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, confirmó que González Urrutia recibirá asilo político y relató que había conversado con él cuando estaba en el avión camino a Madrid.

Reacciones internacionales
La situación ha provocado reacciones de varias figuras internacionales. María Corina Machado, líder opositora en Venezuela, afirmó que la salida del candidato fue necesaria para "preservar su libertad y su vida" ante una brutal represión por parte del gobierno de Maduro. Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, expresó su apoyo a González Urrutia y lo calificó como "la mejor esperanza para la democracia" en Venezuela.

La Unión Europea también se pronunció a través de su jefe de diplomacia, Josep Borrell, quien lamentó la necesidad de que un líder político busque asilo en otro país, calificando la situación como "un día triste para la democracia en Venezuela".

Las elecciones presidenciales de julio, en las que Maduro fue reelegido para un tercer mandato con el 52% de los votos, han sido ampliamente denunciadas por presunto fraude. La oposición, junto con varios gobiernos extranjeros, ha exigido una verificación de los resultados, dado que el Consejo Nacional Electoral no ha proporcionado un escrutinio detallado.

La proclamación de Maduro desencadenó protestas a nivel nacional que dejaron 27 muertos y 192 heridos. Aunque el gobierno español ha negado haber participado en negociaciones con Venezuela para facilitar la salida de González Urrutia, la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, afirmó que se llevaron a cabo "amplias conversaciones" para garantizar la salida del país del líder opositor bajo un salvoconducto.

A pesar de las adversidades, González Urrutia reafirma su compromiso con la libertad y la democracia en Venezuela, prometiendo seguir luchando desde el exilio. Su llegada a España marca un nuevo capítulo en la lucha de la oposición venezolana, en medio de una creciente presión internacional para esclarecer los resultados electorales y poner fin a la represión en el país.