Bogotá, 28 de noviembre de 2025. – La principal aerolínea de Colombia, Avianca, entró en una fase de disrupción masiva tras acatar una alerta global y urgente del fabricante aeronáutico Airbus, que exige la inmovilización de más del 70% de su flota de aviones de la familia A320. La medida, que impactará significativamente las operaciones aéreas durante al menos diez días, obedece a un fallo crítico de software en los controles de vuelo, cuya causa ha sido asociada a la exposición a radiación solar intensa.

La razón de la crisis: un fallo crítico de software

La alarma surgió luego de que Airbus detectara que la radiación solar intensa puede corromper datos esenciales para el funcionamiento del sistema de control de vuelo, específicamente en la unidad electrónica ELAC (Elevator Aileron Computer), encargada de gestionar elevadores y alerones. La orden del fabricante es categórica: todas las aeronaves de la familia A320 —incluidos los modelos A318, A319, A320 y A321— que presenten la versión de software vulnerable deben permanecer en tierra hasta recibir una actualización obligatoria.

El incidente que precipitó la alerta global ocurrió en un vuelo de otra aerolínea, donde la falla generó una pérdida de control en los comandos, obligando a un aterrizaje de emergencia. Dada la gravedad del riesgo potencial, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) emitió una Directiva de Aeronavegabilidad de Emergencia, un mandato que exige la ejecución inmediata de las tareas de mantenimiento antes de que los aviones puedan volver a operar, impactando a más de 8.000 aeronaves a nivel mundial.

Impacto en Colombia: cancelaciones masivas y suspensión de ventas

En Colombia, la Aeronáutica Civil (Aerocivil) ordenó que todos los aviones Airbus A320 de la flota nacional permanezcan en tierra desde la noche del 29 de noviembre, hasta que concluyan los trabajos de actualización. Para Avianca, que utiliza este modelo como la columna vertebral de sus rutas de corta y media distancia, la parálisis de más del 70% de su flota A320 representa una crisis operativa sin precedentes recientes.

La aerolínea advirtió que las disrupciones —que se traducirán en demoras, cancelaciones y cambios de itinerario— se sentirán hasta, por lo menos, el 10 de diciembre. Como medida de contención, Avianca suspendió la venta de tiquetes para viajes hasta el 8 de diciembre, con el fin de reorganizar su oferta y reacomodar a los pasajeros afectados. La compañía ha iniciado un plan de comunicación directa para notificar a los viajeros y ofrecer alternativas, priorizando la seguridad por encima de la puntualidad.

Si bien la mayoría de los aviones requerirán solo una rápida actualización de software —que toma pocas horas—, un porcentaje menor podría necesitar un reemplazo de hardware más profundo, un proceso que podría prolongarse por semanas. La aerolínea pidió comprensión a sus pasajeros y trabaja intensamente en sus bases de mantenimiento para cumplir con la directiva del fabricante a la mayor brevedad posible.