Madrid – junio de 2025. El primer ministro español, Pedro Sánchez, enfrenta una creciente presión desde su propio Partido Socialista para adelantar las elecciones nacionales, en medio de escándalos de corrupción que sacuden a su gobierno. Líderes municipales y regionales temen que su permanencia en el cargo afecte negativamente sus posibilidades electorales.

El caso más reciente involucra a Santos Cerdán, ex secretario de organización y aliado cercano de Sánchez, acusado de recibir sobornos por contratos públicos. Cerdán renunció a su cargo en el partido y al escaño parlamentario. Aunque Sánchez anunció una reestructuración interna y una auditoría, muchos consideran que estas medidas no bastan.

Las denuncias contra el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) surgieron a raíz de un informe filtrado de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que reveló presuntas irregularidades en contratos públicos. La investigación apunta directamente a Santos Cerdán, hasta hace poco el número tres del partido y figura clave del entorno de Pedro Sánchez, quien habría recibido sobornos a cambio de favorecer adjudicaciones. Estas filtraciones han desatado una tormenta política, ya que también se relacionan con una investigación más amplia que involucra a José Luis Ábalos, ex secretario de Organización del PSOE. Ambas figuras fueron designadas personalmente por Sánchez, lo que agrava la presión sobre su liderazgo.

Algunas voces dentro del PSOE, bajo anonimato, proponen elecciones anticipadas como una vía para “limpiar la imagen” antes de las elecciones locales y regionales previstas para 2027. Otros, como el alcalde de Mérida, han pedido abiertamente un congreso extraordinario del partido.

Aunque Sánchez es conocido por superar momentos críticos, esta crisis podría representar el mayor desafío de su carrera, con la base socialista dividida y el descontento ciudadano en aumento.