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Trump y Trudeau coincideran la seguridad fronteriza una prioridad

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El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, visitó por primera vez la Casa Blanca desde que Donald Trump se convirtió en presidente de EE.UU. Ambos líderes discutieron sobre el empleo femenino, asuntos políticos y económicos.

Al igual que muchos otros mandatarios que se acercan a Trump, Trudeau llegó a la Casa Blanca con varias preocupaciones tras las declaraciones del presidente norteamericano contra el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), entre EEUU, Canadá y México y, como no, el polémico veto contra la inmigración impuesto por el magnate. Esta es la primera reunión bilateral entre ambos desde el pasado 20 de enero, tras su encuentro a solas los dos mandatarios asistieron a una mesa redonda con empresarias para hablar de la situación de las mujeres "en la fuerza laboral", según detalló el propio Trump a través de su cuenta en Twitter.

Trudeau es uno de los líderes mejor valorados a nivel mundial, el otro se ha ubicado en tiempo record dentro de los más cuestionados. Y este lunes se vieron las caras con el objetivo de, según fuentes internas, limar asperezas. Los dos mandatarios se comprometieron a avanzar en proyectos de infraestructura energética más allá del oleoducto Keystone XL que "generarán empleo respetando el medio ambiente", según un comunicado conjunto publicado tras la reunión. "Reconocemos la seguridad de nuestras fronteras como la prioridad más alta", agregó.

El presidente de EEUU abogó por una cooperación estrecha con Canadá para "proteger" los empleos en el continente y "mantener a todo el mundo seguro" Al inicio de su rueda de prensa conjunta con el primer ministro de ese país, Justin Trudeau, enfatizó: "Somos más fuertes cuando unimos fuerzas".

En Canadá, tanto conservadores como liberales consideran que el TLCAN, puesto en vigor en 1994, fue clave para el bienestar del país al multiplicar las relaciones comerciales entre Ottawa y Washington hasta convertirlos en los dos mayores socios comerciales del mundo. En 2015, el tráfico bilateral de bienes y servicios entre Estados Unidos y Canadá sumó 670.000 millones de dólares. Ese año Canadá importó bienes y servicios a Estados Unidos por valor de 338.000 millones de dólares y exportó 332.000 millones de dólares. Pero aunque las cifras de importaciones y exportaciones están equilibradas, Canadá depende en mayor medida de su vecino del sur que al revés. Es más, según datos de esta misma agencia, uno de cada siete empleos en Canadá (2,7 millones de personas) depende del comercio con Estados Unidos. En Estados Unidos son 9 millones el número de puestos de trabajo del comercio con Canadá, uno de cada 14. Pero 9 millones de empleos, muchos de ellos en estados clave para la victoria de Trump en las elecciones presidenciales de 2016, como Michigan, son muchos para un presidente que ha prometido al pueblo estadounidense concentrarse en generar puestos de trabajo.

Antes del término de su reunión, ambos habían anunciado la creación de un comité bilateral que abordará los desafíos de las mujeres en el ámbito laboral y cómo aumentar su participación en la economía. "Debemos garantizar que nuestra economía es un lugar donde las mujeres pueden trabajar y progresar", había dicho Trump en unas breves declaraciones al comienzo del encuentro. Según detalló la Casa Blanca, el denominado Comité bilateral para el Progreso de las Mujeres Emprendedoras y Líderes Empresariales es una muestra del compromiso de Trump y Trudeau con "eliminar las barreras a la participación económica de las mujeres".

En la rueda de prensa conjunta posterior a su encuentro, quedó expuesta la diferencia de criterio que existe entre Trump y Trudeau frente a la crisis de refugiados. El presidente estadounidense señaló que sus polémicas medidas, anuladas judicialmente, son "de sentido común" y tienen como objetivo "echar a los muy muy malos".

Justin Trudeau, por su parte, mantuvo la corrección diplomática al afirmar que no le diría a Estados Unidos "cómo debe gobernarse a sí mismo", pero apuntó a que su gobierno mantendrá su política de acogida a los refugiados.