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La oposición venezolana descartó posibilidad de avanzar en el diálogo
La economía, el empleo y la salud no es lo único que se hunde en Venezuela. La popularidad de Nicolás Maduro está hoy, según encuestadora Delphos. Mientras, la oposición rechazó el proyecto de los facilitadores para lograr el diálogo.
En el cierre del periodo 2016 el presidente chavista, Nicolás Maduro, apenas alcanzaba el 10% de popularidad, pero con los anuncios que dio en el ámbito social y económico, como por ejemplo el “Carnet de la Patria”, a inicios de este 2017, el Jefe de Estado aumentó dos puntos. A pesar de que la gente opine que la oposición no logró el cambio que esperaban para el país, el 75% de la población conserva su firmeza en votar en contra del Gobierno. En tanto se conocen estos números, la oposición venezolana dio por terminado el diálogo con el Gobierno. Fue en vano el esfuerzo para salvar el proceso de diálogo, ni el Vaticano, los acompañantes internacionales, el saliente Secretario General de la Unasur, un enviado especial del Papa y tres expresidentes iberoamericano pudieron destrabarlo. Un documento de puntos mínimos para el consenso entre las partes puesto a circular la semana pasada fue el último intento de lograr algunos acuerdos tangibles en la mesa de diálogo, que en medio de sus muy espaciadas reuniones apenas había conseguido enunciar algo más que buenas intenciones. Sin embargo, tal como se esperaba tras declaraciones ofrecidas por diversos voceros de la oposición, la Mesa de Unidad Democrática (MUD) rechazó este jueves mediante un comunicado el documento de los mediadores y aseguró que "el experimento de diálogo que se desarrolló en Venezuela del 30 de octubre al 6 de diciembre de 2016 es un capítulo cerrado que no se volverá a abrir". La posición adoptada por la MUD deja en un punto muerto la posibilidad de conseguir una solución negociada a la crisis política y socioeconómica que Venezuela experimenta, con la gobernabilidad reducida al mínimo, una escasez crónica de productos de consumo básico y la mayor tasa de inflación en el mundo, ingredientes todos que, sumados, hacen temer una inminente explosión social. La alianza opositora anunció que está trabajando en un documento alternativo para retomar el diálogo en condiciones más favorables. "El que estemos dispuestos a elaborar y debatir con los facilitadores este documento alternativo no significa en modo alguno borrón y cuenta nueva", subraya el comunicado, "por el contrario: la confiabilidad de cualquier mecanismo futuro de verificación y cumplimiento de acuerdos se basa en lograr que los acuerdos anteriores sean honrados". La oposición no asistió a la última reunión programada para la mesa de diálogo, el pasado 13 de enero. Para su inasistencia alegó la falta de cumplimiento por parte del Gobierno de los acuerdos alcanzados hasta entonces. Pero, además de la falta de cumplimiento de los acuerdos, el documento de los acompañantes contenía algunas propuestas que el dirigente del partido Un Nuevo Tiempo, pro diálogo, Stalin González, catalogó públicamente como "inconstitucionales". Especial resistencia encontró entre los representantes de la MUD la petición de los mediadores para que se acordara en la mesa de diálogo la aprobación, por parte de la Asamblea Nacional, que la oposición controla desde enero de 2016, de la deuda exterior contraída por el Gobierno. Se sabe que algunos de los principales acreedores internacionales del Gobierno de Nicolás Maduro, especialmente China, están preocupados por la suerte que podrían correr algunas de las obligaciones financieras de Venezuela en un eventual cambio político.