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Política

Biden autoriza uso de misiles de largo alcance en Ucrania; Kremlin acusa a EE. UU. de "alimentar el fuego"

  • Biden autoriza uso de misiles de largo alcance en Ucrania; Kremlin acusa a EE. UU. de "alimentar el fuego"
    Biden autoriza uso de misiles de largo alcance en Ucrania; Kremlin acusa a EE. UU. de "alimentar el fuego"

En una decisión que marca un cambio significativo en la política de Estados Unidos, el presidente saliente Joe Biden ha autorizado que Ucrania utilice misiles estadounidenses de largo alcance para atacar objetivos dentro de territorio ruso. La medida ha generado divisiones dentro de su administración y ocurre a dos meses de la toma de posesión del presidente electo, quien ha prometido limitar el apoyo militar a Ucrania.

El Kremlin reaccionó con fuertes críticas este lunes, acusando a la administración de Biden de "echar leña al fuego y seguir avivando la tensión" en el conflicto entre Rusia y Ucrania. Dmitry Peskov, portavoz del presidente ruso Vladimir Putin, calificó la decisión como un paso "imprudente y peligroso" que eleva el nivel de involucramiento de Estados Unidos en la guerra.

"Esta medida no solo intensifica el conflicto, sino que también supone un cambio cualitativo en la participación de Washington", declaró Peskov a medios internacionales.

Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso advirtió que cualquier ataque con misiles fabricados en Estados Unidos contra su territorio será considerado una agresión directa de Washington, independientemente de que el lanzamiento sea realizado desde Ucrania. En un comunicado, Moscú prometió una "respuesta apropiada" si estos misiles son utilizados contra objetivos rusos.

La autorización de Biden, aunque aún no ha sido formalmente anunciada por la Casa Blanca, ya ha generado preocupación entre los aliados europeos. Un portavoz del gobierno alemán confirmó este lunes que Berlín fue informado sobre la decisión y está evaluando sus implicaciones en la dinámica del conflicto.

El uso de misiles de largo alcance representa una escalada significativa en las capacidades militares de Ucrania y podría complicar aún más las relaciones entre Rusia y Occidente, en un momento en el que las negociaciones de paz parecen estar más lejanas que nunca.