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Política

Elecciones en Uruguay: Yamandú Orsi (FA) y Álvaro Delgado (PN) disputarán el balotaje

  • Elecciones en Uruguay Yamandú Orsi (FA) y Álvaro Delgado (PN) disputarán el balotaje
    Elecciones en Uruguay Yamandú Orsi (FA) y Álvaro Delgado (PN) disputarán el balotaje

Yamandú Orsi, candidato del Frente Amplio y discípulo del expresidente José Mujica, y su principal competidor, Álvaro Delgado, del gobernante Partido Nacional, pasaron a balotaje.

Las elecciones presidenciales en Uruguay celebradas el pasado domingo dejaron a Yamandú Orsi, candidato del Frente Amplio, como el más votado, con el 43,9% de los sufragios. Sin embargo, su victoria en la primera vuelta no fue suficiente para evitar el balotaje del 24 de noviembre, donde enfrentará a Álvaro Delgado, del Partido Nacional, quien obtuvo el 26,7% de los votos. El resultado de esta segunda vuelta es incierto, y promete ser una contienda ajustada entre dos candidatos que, aunque representan bloques políticos diferentes, no muestran diferencias tan marcadas en sus propuestas.

La primera vuelta se desarrolló conforme a lo que pronosticaban las encuestas. La coalición de izquierda Frente Amplio logró superar al oficialismo, pero no obtuvo la mayoría necesaria para ganar en primera instancia. Por su parte, Álvaro Delgado, representante del centroderechista Partido Nacional, quedó en segundo lugar con un desempeño que fortalece las esperanzas de la continuidad del gobierno de Luis Lacalle Pou.

Un factor relevante es el desempeño del Partido Colorado, cuyo candidato, Andrés Ojeda, obtuvo el 16% de los votos, posicionando a esta fuerza política nuevamente en el centro del escenario. Aunque no logró pasar al balotaje, su apoyo será decisivo para definir al ganador en noviembre, ya que su electorado podría inclinar la balanza hacia Delgado, favoreciendo la continuidad de las políticas del actual gobierno.

Los candidatos del balotaje

Yamandú Orsi, un historiador de formación y ex intendente de Canelones, ha sido una figura clave en el Frente Amplio, un partido que gobernó Uruguay durante 15 años hasta 2020. Es cercano a figuras emblemáticas de la izquierda uruguaya, como el expresidente José "Pepe" Mujica, y su campaña se ha centrado en temas como la justicia social y la reactivación económica desde una perspectiva inclusiva. Su liderazgo en la primera vuelta lo coloca en una posición favorable, pero enfrenta el desafío de consolidar su apoyo más allá de la base tradicional del Frente Amplio.

Por otro lado, Álvaro Delgado, veterinario de profesión y actual secretario de la Presidencia, representa la continuidad del proyecto político de centroderecha que ha caracterizado al gobierno de Luis Lacalle Pou. Delgado es un político pragmático, con un perfil técnico, y ha sido uno de los principales gestores de la respuesta gubernamental ante la pandemia de COVID-19. Su campaña se ha centrado en la seguridad, la modernización del Estado y la estabilidad económica.

A pesar de representar a bloques políticos distintos, ambos candidatos presentan propuestas que tienen más puntos en común de lo que podría esperarse en otras democracias polarizadas. El politólogo Adolfo Garcé señala que esta elección se caracteriza por la moderación de las propuestas, más que por un enfrentamiento entre extremos ideológicos. Según Garcé, Uruguay se diferencia de otras democracias en que sus candidatos, tanto de izquierda como de derecha, tienen posturas más centristas y menos polarizadas.

El rechazo a los plebiscitos polémicos

Además de la contienda presidencial, los uruguayos también se pronunciaron en esta jornada electoral sobre dos plebiscitos que generaron amplio debate. Ambos fueron rechazados por la ciudadanía, lo que supone un revés para sectores que buscaban cambios constitucionales en temas clave.

El desenlace de estas elecciones será fundamental para definir el futuro político y económico de Uruguay, en un contexto regional donde varios países han optado por alternancias políticas significativas. El balotaje del 24 de noviembre será un momento decisivo, y el resultado aún es incierto. Lo que está claro es que el próximo presidente, ya sea Orsi o Delgado, enfrentará el reto de mantener el consenso en un país que, aunque con diferencias, muestra una inclinación hacia propuestas moderadas y centradas en el bienestar de su población.