Según un informe elaborado por el Instituto de Estadística de Colombia y difundido por la ANATO (Asociación Colombiana de Turismo), los visitantes extranjeros aumentaron su gasto en un 5,4%. El segmento de turismo deportivo lidera este aumento, seguido de los tratamientos médicos, con énfasis en las cirugías estéticas.

En el segundo trimestre de 2024, el gasto promedio de los visitantes internacionales se ubicó en US$ 1.354 por viaje. En cuanto al gasto diario promedio, este alcanzó los US$ 94,8, mostrando un crecimiento del 5,4% en comparación con el trimestre anterior, cuando registró unos US$ 89,7. Para aquellos que llegan al país en crucero, el gasto diario es de US$ 148,3.

“Colombia ha trabajado en la promoción internacional de sus regiones, mostrando de manera experiencial toda su riqueza natural, cultural y gastronómica; en ampliar su oferta de conectividad aérea; y en invertir en la infraestructura de sus atractivos turísticos y accesos viales, lo que a su vez ha permitido que las agencias de viajes hagan más llamativos y diversos sus portafolios de productos y servicios. Sin duda, el país está haciendo las cosas bien”, señaló Paula Cortés Calle, presidenta ejecutiva de ANATO.

La llegada de los cruceros de Royal Caribbean, que han introducido itinerarios por el Caribe sin necesidad de visa, ha contribuido significativamente al aumento del gasto promedio de los turistas extranjeros en Colombia. Estos cruceros, que zarpan desde Cartagena, permiten a los colombianos y visitantes disfrutar de destinos populares como Aruba, Bonaire y Curazao, facilitando un acceso más amplio a experiencias turísticas variadas. Esta iniciativa no solo impulsa el turismo local, sino que también refleja un crecimiento en el gasto diario, que ha alcanzado los US$ 94,8 por visitante, un incremento del 5,4% en comparación con el trimestre anterior​.

Estos números son alentadores para la industria turística en un contexto en el que el país atraviesa una situación complicada de orden público, como el recrudecimiento de la presencia de la guerrilla en zonas turísticas, como la costa del Pacífico, y el conflicto con las aerolíneas por el combustible.

“El gasto turístico es un motor de desarrollo que depende del trabajo público-privado, pero también de los mismos colombianos, quienes debemos velar por el cuidado de los destinos para que sean visitados de manera responsable, beneficien las economías locales y permitan ser explorados por las próximas generaciones”, explicó.