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El presidente Lai Ching-te insta a Beijing a reconocer a la República de China y pide diálogo al tomar posesión del cargo
Taipei, Taiwán – En su discurso inaugural el lunes, el presidente Lai Ching-te (賴清德) hizo un llamado a Beijing para que reconozca al gobierno de Taiwán y entable un diálogo con Taipei, destacando la responsabilidad compartida de ambas partes para promover la paz en el Estrecho de Taiwán.
"Espero que China enfrente la realidad de la existencia de la República de China" y "de buena fe... se comprometa a cooperar con el gobierno legal elegido por el pueblo de Taiwán", expresó Lai frente a la Oficina Presidencial en Taipei.
Lai reafirmó su compromiso con la política de la ex presidenta Tsai Ing-wen (蔡英文) hacia China, prometiendo mantener el status quo. Subrayó que su gobierno "ni cederá ni provocará", reflejando la postura de Tsai de evitar actos provocativos o precipitados ante la presión china.
El nuevo presidente abogó por un diálogo basado en los principios de igualdad y dignidad, así como por intercambios entre las dos partes, en lugar de confrontación y contención. Lai enfatizó que, si los líderes nacionales priorizan el bienestar de su pueblo, compartirán los objetivos comunes de mantener la paz en el Estrecho de Taiwán y promover el beneficio mutuo.
Propuso que las dos partes comiencen "con la reanudación del turismo sobre una base recíproca y la inscripción de estudiantes universitarios en instituciones taiwanesas". Actualmente, los turistas individuales de Taiwán y China pueden visitar sus respectivos países, pero ambos gobiernos restringen los viajes en grupo. Además, desde 2020, el gobierno chino ha prohibido a los estudiantes chinos realizar estudios universitarios en Taiwán, permitiendo únicamente programas de intercambio y actividades educativas de corta duración.
Aunque pidió más intercambios, Lai también instó a Beijing a cesar su "intimidación política y militar" de Taiwán, describiendo las acciones militares de China y la coerción de la zona gris como "los mayores desafíos estratégicos para la paz y la estabilidad globales". Lai insistió en que Beijing debe cumplir con su obligación de mantener la estabilidad en el Estrecho de Taiwán y las regiones circundantes para "garantizar que el mundo esté libre del miedo a la guerra".
Frente a "las numerosas amenazas e intentos de infiltración de China", Lai subrayó la necesidad de que el pueblo de Taiwán demuestre su resolución para defender la nación. Señaló que el gobierno trabajará para aumentar la conciencia de defensa y fortalecer el marco legal para la seguridad nacional. "Tenemos una nación en la medida en que tenemos soberanía", destacó Lai, haciendo un llamado a la unidad del pueblo taiwanés.
Los taiwaneses, incluidos los miembros de diferentes partidos políticos, deberían "unirse para salvaguardar nuestra nación", afirmó, añadiendo que ningún individuo debería "considerar la idea de renunciar a nuestra soberanía nacional a cambio de poder político". Lai reafirmó que "la República de China y la República Popular China no están subordinadas entre sí".
En cuanto a la política exterior, Lai anunció que Taiwán participará en una "diplomacia basada en valores", destacando los "compromisos inquebrantables" del país para defender la democracia y la libertad y contribuir a la comunidad democrática global.