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La gala de 'Don Carlo' en La Scala de Milán celebra el nuevo estatus de la ópera italiana como tesoro cultural
La reconocida ópera "Don Carlo" de Verdi marca el inicio de la temporada en La Scala de Milán, destacando el reciente estatus de la ópera italiana como patrimonio cultural mundial. La velada, llena de estrellas y emociones, también reflejó un debate latente sobre el pasado fascista de Italia.
MILÁN (Pablo Munini, corresponsal de ABC MUNDIAL ) — En una noche deslumbrante en La Scala de Milán, tuve el inmenso honor de sumergirme en la inauguración de la temporada con la majestuosa ópera "Don Carlo" de Giuseppe Verdi. Este evento no solo fue una celebración de la riqueza artística de la obra, sino también un reconocimiento renovado de la ópera italiana como un tesoro cultural mundial. La Galleria Vittorio Emanuele II fue el escenario de una audiencia selecta que, a través de las pantallas, se dejó llevar por las emociones de esta obra maestra: 13 minutos interrumpidos de aplausos para despedir a los artistas, un vibrante grito de "Viva L’ Italia antifascista" y mujeres vestidas de rojo desafiando las reglas, rindiendo homenaje a Giulia Ceccettin y a las víctimas de feminicidio. Cada nota de "La Prima" del 7 de diciembre de 2023 en el Teatro alla Scala resonaba como un eco en el sagrado templo de la lírica italiana.
Desde la Galleria Vittorio Emanuele, donde me encontraba, la representación de "Don Carlo" se vivió con una intensidad palpable. Personas de todas las edades, clases sociales y rincones del mundo se unieron para presenciar este espectáculo, convirtiendo el Salotto di Milano en un refugio de emociones sublimes. La arquitectura del lugar, la cúpula iluminada de diciembre y el árbol de Navidad crearon un ambiente único y acogedor, realzando la perfección de los acordes, las voces y las notas de "Don Carlo".
Pasadas las once de la noche, famosos como Morgan, Bruno Vespa o Ornella Vanoni cruzaron alegremente la galería, contagiados por la belleza de "Don Carlo". Algunos de ellos buscaron refugio en el restaurante de Cracco, completando así una noche impregnada de emociones y esplendor. Fue más que una velada cultural; fue un encuentro con la magia, donde el arte, la cultura y la elegancia se entrelazaron para crear recuerdos que perdurarán en el corazón de Milán.
Presentación de Pablo Munini: VIDEO
Entre los distinguidos espectadores se encontraban la icónica cantante Patti Smith y el renombrado director español Pedro Almodóvar, quienes se unieron a una audiencia mayoritariamente compuesta por celebridades italianas. La velada de cuatro horas y trece minutos se convirtió en un mar de aplausos, rosas y claveles, destacando las magníficas interpretaciones de la soprano Anna Netrebko y el barítono Luca Salsi, quienes encabezaron el elenco.
Salsi, experimentado en estrenos en La Scala, compartió su perspectiva entre bastidores: "Esta es la velada de teatro de ópera más importante del mundo. Todos somos colegas, amigos. Creo que viste esta complicidad en el escenario".
Sin embargo, la intensidad artística no fue lo único que marcó la noche. "Don Carlo", con sus temas candentes sobre el poder y la opresión, desató un debate latente sobre el pasado fascista de Italia. Ante el telón, se alzaron gritos antifascistas, reflejando la preocupación de algunos sectores por la presencia de figuras políticas con conexiones al fascismo.
El presidente del Senado, Ignazio La Russa, suscitó controversia al ocupar un asiento de honor en el palco real, lo que provocó protestas desde los sindicatos de La Scala incluso antes del espectáculo. El grito de "no al fascismo" resonó en las gradas superiores, evidenciando la inquietud sobre el papel institucional de figuras políticas vinculadas a la extrema derecha.
La presencia de Liliana Segre, senadora vitalicia y sobreviviente del Holocausto, añadió una capa adicional al debate. A pesar de las tensiones, Segre recibió cálidos aplausos, recordando a todos su larga historia como titular de entradas en La Scala.
La historia del teatro como bastión antifascista durante el régimen de Mussolini resonó en la noche, recordando la valiente resistencia de figuras como Arturo Toscanini. El inicio de la temporada 2023-24 también coincidió con la inclusión de la ópera lírica italiana en la lista de tesoros culturales intangibles de la UNESCO, subrayando la importancia global de esta forma de arte.
El director general de La Scala, Dominique Meyer, expresó antes de la ópera que la ópera italiana ha contribuido significativamente a que "la lengua italiana sea conocida y amada en todo el mundo". Riccardo Chailly, director musical de la ópera, y Lluis Pasqual, director de escena, resaltaron la vigencia de "Don Carlo" en sus temas de nacionalismo y religión, que continúan siendo relevantes en la actualidad, especialmente en el contexto del sufrimiento en el Medio Oriente. La gala no solo fue un homenaje a la ópera, sino también una reflexión sobre el papel crucial del arte en la sociedad contemporánea.