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Gustavo Petro vive sus peores horas desde que asumió la presidencia de Colombia
Sospechas de corrupción de familiares, creciente inflación, una serie de reformas que no logran consenso adicional a la violencia política y de organizaciones narco-guerrilleras azotan la administración del primer presidente de izquierda del país
El presidente de Colombia Gustavo Petro vive sus peores horas desde que asumió el cargo el 7 de agosto de 2022. Sospechas de corrupción de familiares, creciente inflación, una serie de reformas que no logran consenso adicional a la violencia política y de organizaciones narco-guerrilleras azotan la administración del primer presidente de izquierda del país
La situación de los familiares de Petro le han traído un dolor de cabeza al presidente. Su hijo mayor, Nicolas Petro Burgos, quedó encerrado en una trama oscura de captación de fondos para la campaña de su padre, plata que había sido provista por reconocidos delincuentes como por ejemplo Samuel Lopesierra conocido como el "hombre Marlboro", quien según la ex mujer de Nicolas Petro, Day Vázquez , habría entregado en efectivo una cifra cercana a los 125 mil dólares. Esta información la entregó Day a la revista Cambio aportando chats y grabaciones. Sobre este punto el presidente Petro en una entrevista aseguró que él no participó de la crianza de su hijo, ya que cuando era bebé se separó de su mamá para insertarse en la guerrilla del M19.
Las tensiones con las empresas de salud le vienen dando un dolor de cabeza al gobierno, Petro insiste en reformar el sistema y si de él dependiera eliminar las EPS(obras sociales o seguros de salud) para que todo el sistema sea estatal. La idea trajo aparejada un sinfín de peleas de lobbys y desconfianza del sector empresarial a tal punto que el dólar había comenzado a subir. Todo hace pensar que esa reforma va a ser licuada en el congreso y que la incertidumbre de los colombiano le harán torcer el brazo al primer mandatario
El tema de la violencia no parece tener fin. Cuando asumió Petro tuvo la noble idea de declarar el fin de la lucha armada y la violencia, a tal punto que declaró pomposamente que Colombia seria Capital mundial de la Paz, eso claramente no ocurre. Las protestas sociales, en el interior del país, terminan inevitablemente con muertos, bloqueos de rutas y secuestros. Hay carteles como el Clan del Golfo y las disidencias de las FARC están desafiando al gobierno, los delincuentes buscan impunidad a cambio de un cese de las armas, eso no está ocurriendo porque la dinámica política y social no da tregua.
Más allá de los problemas descriptos, hay un fantasma que avanza de a poco: la inflación, que se ubica mes a mes entre un 12,5 al 13. 5% midiéndolo anualmente. Las compras en el mercado están disminuyendo y se nota las disconformidad en las encuestas y en la calle. La Plata no alcanza, ese es el desafío real de Petro.
Tal vez sea la peor hora de Petro, no hay indicios de que esto vaya a empeorar, seguro no va a mejorar. Petro se encamina a declamar reformas y negociaciones que no terminan bien. A meses de cumplir su primer año de mandato queda para decir que no se ve una luz de esperanza