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Pedro Sánchez se reivindica como heredero y continuador de la tarea de Felipe González y Zapatero
Sánchez ha centrado en la defensa de la socialdemocracia su intervención de una hora en la clausura del 40 Congreso Federal del PSOE celebrado en Valencia, que le ha aclamado como líder del partido y ha avalado su nueva Ejecutiva.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se ha reivindicado este domingo como heredero y continuador de la tarea de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, y como abanderado de un proyecto socialdemócrata que ha asegurado que goza de una "salud de hierro" frente a quienes auguraban su final.
Sánchez ha centrado en la defensa de la socialdemocracia su intervención de una hora en la clausura del 40 Congreso Federal del PSOE celebrado en Valencia, que le ha aclamado como líder del partido y ha avalado su nueva Ejecutiva.
Un congreso en el que se ha homenajeado a Alfredo Pérez Rubalcaba y en el que la mayoría de dirigentes ha calificado como el de la unidad tras dar por superadas diferencias internas y contar con la presencia de González y Zapatero.
A ellos se ha referido en numerosas ocasiones Sánchez en su intervención para resaltar los avances sociales que impulsaron y de los que él se considera continuador porque ha afirmado que va a seguir modernizando el país tal y como ellos también hicieron.
Lo hará de la mano de la socialdemocracia, un proyecto que ha recordado que cuando asumió en 2014 el liderazgo del PSOE, a derecha e izquierda se proclamaba su final y que el partido iba a caer en la irrelevancia e iba a haber un 'sorpasso' por parte de Podemos.
"En estos seis años seguro que he cometido errores, pero mirando alrededor siento que hemos conseguido entre todos lo esencial, y es que está aquí vivo ese proyecto de progreso y de justicia social que se llama socialdemocracia", ha añadido.
Por ello ha apostillado que "la socialdemocracia que algunos dieron por liquidada, goza de una salud de hierro".
Esa socialdemocracia es la que él cree que cambia de verdad la vida de los ciudadanos y lo hace con persuasión y no con gritos y "llamaradas de cólera".
También opina que ha sido la clave que ha permitido la salida a la crisis provocada por la pandemia del coronavirus.
"Frente a la socialdemocracia no hay ninguna idea fuerte y cuando no hay alternativa se recurre al insulto, las descalificaciones y la violencia verbal", ha lamentado.
Esa reflexión le ha llevado a alertar de que el objetivo de la ultraderecha es quitar poder a las instituciones democráticas, un riesgo que ha asegurado que existe en España.
"En nuestro país -ha advertido- esas corrientes están calando y contaminan a la derecha tradicional, que está acomplejada, desconcertada y desorientada".
"Pero si hay un partido que ama a España, ese es el PSOE", ha asegurado Sánchez, quien ha afirmado que el patriotismo se expresa más claramente en el IRPF que en los insultos que recibió en los actos del pasado 12 de octubre en Madrid.
Pese a las críticas de que quiere "romper España", ha garantizado que persistirá en el diálogo con Cataluña. "Cuando otros se hayan cansado de odiar -ha subrayado-, nosotros seguiremos trabajando por la convivencia".
También ha aludido al uso que cree que hace la derecha del terrorismo (cuando se van a cumplir diez años del fin de ETA) para recalcar que con esa actitud lo que hace es "degradarse".
En el capítulo de acción de Gobierno, Sánchez se ha comprometido a poner "punto y final" a la reforma laboral y a la ley mordaza, a acabar con la prostitución y a renovar antes de fin de año la estrategia actual de salud mental que data de 2009.