Región:
Argentina
Categoría:
Espectáculos
Article type:
Enfoques

Amado Pedro, amado teatro

  • Amado Pedro, amado teatro
    Amado Pedro, amado teatro
Región:
Argentina
Categoría:
Espectáculos
Article type:
Enfoques
Autor/es:
Por Julieta Strasberg
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El autor y actor narra su amor por el icónico director español Pedro Almodóvar al entretejer recuerdos con canciones y poemas mientras Mirta Álvarez (Juliette) lo acompaña en este creíble encuentro.

Lo noté de inmediato en el cuerpo: ausencia de teatro me habitaba desde hacía más de lo que podía darme cuenta, y dolía. La entrada triunfal fue en día lluvioso con la mística cinematográfica de quien se guarece en algún rincón acogedor. Y qué mejor que el teatro para refugiarse y merodear un tiempo y mundo distintos. La escena pertenece al preludio del estreno de “Amado Pedro”, escrita y protagonizada por Francisco Pesqueira, con la compañía de Mirta Álvarez (guitarra y voz), el pasado sábado 4 de septiembre en el Teatro Payró (San Martín 76) a las 17 horas. 
“¿Cómo puedo volver a un sitio del jamás salí?”, conmueve el protagonista con una pregunta que interpela en más de un sentido. Y claro, el del estreno era Francisco Pesqueira -“…y volver, volver, volver…a tus brazos otra vez”- pero si los espectadores estábamos ansiosos por el reencuentro con teatro, imaginemos nervios y emoción de artistas y teatristas en general. Allí, la magia se desplegó en abanico: el recibimiento con los cuidados del contexto pandémico, todas las atenciones al debido distanciamiento en burbujas y las advertencias necesarias (controlar la temperatura, poner el alcohol, barbijos bien colocados y celulares apagados). Desde el balcón, asoma humildemente el Director Emiliano Samar –artífice de este montaje teatral encantador- para reiterar las indicaciones que permiten que sigamos encontrándonos. Unos pasos, la luz y el actor rompen una espera de ya casi un año y medio. Él –Francisco- siempre dispuesto a seducir, a emocionar y a hacer reír a su audiencia, una vez más. 
El autor y actor narra su amor por el icónico director español Pedro Almodóvar al entretejer recuerdos con canciones y poemas mientras Mirta Álvarez (Juliette) lo acompaña en este creíble encuentro. Los sueños y esperanzas de nuestras estrellas coinciden en la recepción de la productora del admirado cineasta a la espera de una anhelada audición para deslumbrar y devenir un chico o una chica Almodóvar. Al hilvanar sentidos y sentimientos, Francisco invita con canciones y versos a rememorar películas que les dan los pies para escribir (y cantar) su propia historia de un amor destinado al fracaso, ¿y acaso no lo son los mejores?
Actor protagónico, cantante y dramaturgo se combinan en la misma persona –Pesqueira-, de quien ya se reconoce una voz y una cadencia en el decir que lo identifican. A sus treinta años de oficio, el artista juega con plena libertad robándole anécdotas a su biografía desde su Córdoba natal para reírse con el niño que fue, para recordar al soñador que creció entre poemas, canciones y películas, rodeado del universo femenino al que admira -en el que siempre están presentes su madre y su hermana- y para animar carcajadas con el adulto resuelto que despliega toda la flor de su deseo hacia –entre otros- Javier Barden: “todo lo que está bien en un hombre”, afirma. 
Mientras él ama a Pedro –a quien escribe cartas de amor que nunca envía - Juliette lo mira extasiada al contorsionar pictóricamente sus piernas en posiciones imposibles. Mira, canta, toca, despliega su fragilidad con una etérea figura plástica y angelada que destaca aún más con la iluminación. Tan breve figura para tamaña voz y acordes sorprende e hipnotiza a la audiencia.
Allí, el escenario se viste de pocos elementos - los propios de un “no-lugar”- que invitan a espiar la sala de espera de esos espacios de tránsito que no tienen la suficiente importancia para ser considerada como un lugar (de allí el término acogido por el antropólogo francés Marc Augé). Un sillón para encontrarse, un perchero confidente al que abrazarse y susurrarle las ansias de ser elegido para alguna de las obras del icónico cineasta español Pedro Almodovar y un box con unos tacones rojos componen la escena.  El clima y el tiempo lo marcan la iluminación certera y precisa diseñada por Matías Canony (@matiasjaviercantante ) y Mario Gómez (@malego47). 
Vale enfatizar que el vestuario teatral expresa a los personajes en su personalidad y aporta matices que complementan su carácter psicológico, todo en una cuidada composición con la iluminación y los movimientos de los artistas. Cuando Francisco se presenta en sus jovial atuendo con ceñidas prendas que destacan su estampa, queda claro que espera seducir(nos) y captar la atención de aquel a quien espera impactar. Luego, mutación mediante, la capa roja, los accesorios del collar de perlas y los zapatos rojos hacen lo propio para comunicar sus pasiones. Además, en determinado momento de la obra el actor deviene héroe con apenas un guiño y la capa (vestido) blandida al aire nos recuerda a un chico jugando a ser Superman. ¿Cómo no sentirse poderoso en la antesala del pináculo de un sueño de infancia? En el caso de Juliette, el tailleur blanco diseñado sobre su figura resalta feminidad, fragilidad y elegancia, al tiempo que refleja una luz fría que la impacta y refleja su cándida y sutil presencia. 
Toda la escena transcurre en ese instante suspendido en un universo de espera beckettiano con la eternidad de un Godot que nunca llega. Compás temporal en el que los sueños apretujan a los deseos incumplidos donde habitan el valor y la potencia en un mientras tanto que vale más que la meta. En tanto agolparse de esperanzas en la puerta de entrada, desfilan personajes femeninos que invitan a la transformación al tiempo que alistan a nuestro héroe: maquillaje a cargo del figurín impecable que interpreta la divina Cholu Dimola, las perlas como accesorios y una capa roja vibrante -que simula vestido- a cargo de la vestuarista Sandra Ligabue y unos tacones lejanos (cercanos) rojos que claman ser usados desde proscenio y que, finalmente, realizan su destino. 
En tal metamorfosis está nuestro personaje cuando irrumpe a poner orden cual directora de escuela la compañera de siempre –la productora ejecutiva y asistente de dirección de la obra- Andrea Widerker. Se corre el telón y….
¿Y el resto? Eso, vivilo vos pronto alguno de estos sábados en el Teatro Payró (@payroteatro), a las 17 horas en este homenaje a nuestro “Amado Pedro”, con canciones y palabras de amor para un director manchego.

FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA
Autoría: Francisco Pesqueira
Texto: Francisco Pesqueira
Intérpretes: Mirta Alvarez, Francisco Pesqueira
Voz en Off: Pepa Luna
Diseño de maquillaje: Cholu Dimola
Diseño de vestuario: Sandra Ligabue
Diseño de escenografía: L&s
Diseño de luces: Matias Canony, Mario Gómez
Fotografía: Gabriel Machado
Diseño gráfico: Juano Lavega Rooney
Entrenamiento vocal: Rowina Casey
Asistencia De Producción: Maria Ines Dimola Dimola
Asistencia de dirección: Andrea Widerker
Arreglos musicales: Mirta Alvarez
Producción ejecutiva: Andrea Widerker
Dirección: Emiliano Samar
Composición: Mirta Alvarez
Duración: 70 minutos
Clasificaciones: Teatro, Presencial, Adultos